Se ha casado, nada menos que en Viena, un príncipe de esta dinastía, del que hasta ahora -seguramente por suerte- no tenía noticia.
Se trata de Daniel Hamid Kadir-Osmanoğlu, que contrae nupcias con una señorita con aspecto de haber trabajado toda su vida en un puesto aduanero de Albania, y que atiende por Daria Lyakhova.
El novio llevaba unos inclasificables zapatos marrones que no desentonaban con las botitas blancas de ella. A la ceremonia asistieron los miembros de un espectáculo de los horrores que pasaba esos días por la capital austriaca.