Trix compró Drakensteyn en 1959. Se trata de un pequeño pabellón octagonal ubicado en medio de un parque, en Lage Vuursche, muy cerca del Palacio de Soestdijk, antigua residencia de sus padres. Tras renovarlo a fondo, se instaló en él en 1963. Residió allí desde 1963 a 1981, año en el que, ya como Reina, se trasladó a vivir a La Haya.



El primer registro escrito de un "señorío" de Drakensteyn data de 1360. Ernst van Reede se convirtió en su propietario en 1634, pero el actual castillo data de 1640, cuando su hijo Gerard construyó este edifico octogonal, perfectamente simétrico. En los siglos XVII y XVIII el castillo cambió de manos en varias ocasiones. En 1807, Paulus Wilhelmus Bosch, alcalde de Utrecht, se convirtió en su nuevo propietario. La casa permaneció en posesión de la misma familia durante 150 años, hasta que Frederik Lodewijk Bosch van Drakestein la vendió a la Princesa Beatriz.



En 2014, tras su abdicación, Beatriz volvió a instalarse en Drakensteyn. Hasta su regreso, el castillo siguió utilizándose como casa de campo y casa de huéspedes.

La noche anterior, y ante los crecientes rumores acerca de un futuro compromiso con Claus von Amsberg, la Reina Juliana y el Príncipe Bernardo, aseguraron que "los rumores sobre un inminente anuncio del compromiso de su hija eran prematuros". Muchos neerlandeses, incluida Juliana, creían que Claus no era una elección adecuada para la heredera al trono.

Trix conoció a Claus por primera vez en 1962. El encuentro se produjo durante la cena de Nochevieja ofrecida por el Conde von Oeynhausen-Sierstorpff en Bad Driburg. El segundo, y trascendental encuentro, se produjo en 1964. Fue en Giessen, en la boda del Príncipe Mauricio de Hesse con la Princesa Tatiana de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, futuros Landgraves de Hesse.



Nicolás von Amsberg, nacido en 1926, era hijo del noble alemán Claus Felix von Amsberg y de la Baronesa Gösta von dem Bussche-Haddenhausen. Se desarrolló como diplomático y en el momento en el que inició su noviazgo con la Princesa Beatriz, trabajaba en el Ministerio de Exteriores de Alemania en Bonn.



Todo parecía perfecto, hasta que la prensa dio a conocer su pasado como miembro de las Juventudes Hitlerianas, membresía que era obligatoria para todos los chavales de su generación. En 1944 fue reclutado por la Wehrmacht. Sirvió como soldado de la 90ª División Panzergrenadier en Italia en marzo de 1945. Antes de participar en combate alguno y con las tropas aliadas ya en suelo italiano, fue hecho prisionero de guerra por las fuerzas americanas en Meran.



Los neerlandeses tenían muy presente la Segunda Guerra Mundial y algunos sectores de la población no veían con buenos ojos que el prometido de Beatriz tuviese semejante pasado, a pesar de no haber disparado un arma contra alguien en su vida. No obstante, la Reina Juliana otorgó su conformidad al compromiso de la pareja. Lo hizo tras meses intentando convencer a su hija de que no era la mejor opción y que esa unión podría conllevar serios problemas políticos. Finalmente, los Estados Generales dieron su aprobación en 1965. Este paso era necesario para que Beatriz siguiera en la línea de sucesión al trono. De no haberla logrado, se hubiera encontrado en la tesitura de renunciar al trono o a Claus.

El compromiso oficial fue anunciado el 28 de junio de 1965. A partir de entonces, Claus fue un ciudadano neerlandés.