En el caso del Pardo, el lugar elegido fue a espaldas del palacio real, a medio km más o menos, río Manzanares arriba, quedando ambos edificios unidos por un paseo arbolado. Hoy el conjunto (palacete, casa de oficios –para el servicio de las reales personitas- y jardines) está muy transformado, desvirtuado e incluso mermado, pero la casa es lo que mejor se ha conservado. Al palacete se accede por una pequeña plaza semicircular donde muere el paseo arbolado que une esta posesión con el palacio real; detrás quedaba un primer jardín hoy desaparecido por una desafortunada intervención de tiempos del dictador, que no tuvo mejor idea que hacer pasar por allí una carretera; a continuación estaba un ala, también desaparecida, de la casa de oficios (se conserva, sospecho que muy transformada también, el otro ala, perpendicular al ala desaparecido y adosado al lateral del segundo jardín –mirad los dibujos, que os vais a enterar mejor!!!-); y finalmente un segundo jardín que sí se conserva, aunque transformado, y que da al río Manzanares. Aparte del destrozo de la carretera, la verdad es que el Pardo en general ha sufrido bastante con eso de haber sido la residencia del dictador, y no lo digo por temas ideológicos, es que eso trajo consigo un gran impacto urbano y humano en el Real Sitio, no siempre gestionado de la mejor forma. Durante la dictadura he leído que la casa sirvió de residencia para algún cargo palatino del dictador, no recuerdo cuál.
Rojo: la Casa del Príncipe. Azul oscuro: el palacio real. Verde: el paseo que unía ambos edificios. Azul claro: el río Manzanares. Foto: Alberto Sanz.
Foto: Alberto Sanz.
Recreación de 1981, de C. Muñoz Ariza, sin el ala transversal de la casa de oficios, pero con el jardín alto. Debe tratarse, imagino, de un proyecto de restitución que quedó sobre el papel. Foto: Alberto Sanz.
Todo esto es sin la dichosa carretera que se cargó el jardín superior...
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"Buscad la Belleza, es la única protesta que
merece la pena en este asqueroso mundo"
(R. Trecet)