Saludos a tod@s.
Humildemente irrumpo en tan magnífico foro con el objeto de ofrendar a todos ustedes, pero muy especialmente a My Lady Licorne y a mademoiselle Sabbatical, imágenes del castillo que siempre ha mantenido cautiva, en sus espacios, mi imaginación.
Se trata del que inclusive ha servido de inspiración para otros castillos de fantasía, como el de Disney. Con ustedes el preciosísimo Neuschwanstein.
Su historia es muy melancólica, de hecho. En el siglo XVI mueren los últimos caballeros de Schwangau y el castillo queda abandonado. Entre 1800 y 1809 sufrió graves daños debido a las guerras napoleónicas.
Gracias a su magnífica situatión económica, política y social, el entonces heredero del trono, príncipe Maximiliano, quien posteriormente sería el Rey Mamimiliano II y padre de Luis II (o Ludwing II de Bavaria), compró el ruinoso castillo, mandándolo a restaurar entre 1832 y 1836.
Para ello, fueron contratados importantes artistas del romanticismo, tales como Moritz von Schwind, Dominik Quaglio, entre otros. El rey Luis II (ó Ludwing II, insisto), pasó aquí la mayor parte de su vida y el ambiente romántico del castillo de Hohenschwangau (muy cerca del Neuschwanstein), tuvo una gran y decisiva influencia en su carácter.
El rey Luis II quería escaparse de Münich, su ciudad residencial, hacia los bosques. Su idea era restaurar unas ruinas y convertirlas en un castillo que reavivara los tiempos de los antiguos caballeros medievales, inmortalizados gracias al legado de trovadores y poetas antiguos.
Pero Luis II puso muchas ideas propias en su proyecto, claro está. La planificación fue realizada por el constructor Eduard Riedl. El arquitecto era Georg Dollmann.
Luis estaba muy inspirado por la musica de Richard Wagner (con quien estuvo muy interrelacionado, ya que Ludwing era el fans número uno del maestro Wagner; de hecho, hay quienes dicen que muchos elementos del castillo están hechos en honor a tal personaje) y una de sus prioridades era la construción de la “sala de los cantantes”, donde luego se hicieron presentaciones públicas de las famosas operas de este compositor alemán.
Posteriormente se añadió una sala del trono, la que en realidad no tiene trono alguno. Esta sala sagrada imita el estilo bizantino, especialmente orientada por la “Allerheiligenhofkirche” (no sé la traducción, disculpen) de la Residencia de Munich.
La mayor parte de la decoración del castillo está ambientada en los dramas musicales como el “Tannhauser” y “Parzifal” (les ofrezco el poema en archivo Word(Tm) para Windows (Tm), en español, adjuntado en el siguiente post).
Hasta la dudosa muerte de Luis II en 1886 (puesto que le quitaron la custodia al rey y lo llevaron desde Neuschwanstein al lago de Starnberg, donde apareció muerto), sólo se había terminado de construir el palacio de 5 pisos, quedando hasta el día de hoy, ciertos espacios sin culminar. Como ya les dije, justamente la sala del trono, casi simbólico, faltaba.
Como nota final, para visitarlo deben embarcarse en una carreta tirada por caballos (les coloco una foto al final), en la base de la montaña, como una regla inquebrantable para preservar y evocar el ambiente romántico, medieval y fantasioso del castillo.
Otras notas curiosas: El castillo cuenta con una caverna con lago y barcasa en forma de concha marina, que evoca a otra de las operas de Wagner y poemas medievales (no recuerdo su nombre, creo que algo sobre el "Nibelungo" y otro sobre "Tristán y...", disculpen pero recurro a mi memoria antes que a la documentación por cuestión de tiempo). La insignia del castillo es el cisne y el nombre "Neuschwanstein", hace alegoría a ese animal, de hecho. A Ludwing II de bavaria lo etiquetaron de "rey loco", remoquete que de hecho me causa el más vil de los desagrados, puesto que el mismo respondía más a la ambición política de desvirtuar su ingenio, ya que la "élite" siempre lo supeditó y desestimó políticamente, es decir, fue un monarca inhibido y manipulado por personajes de intenciones oscuras (los detesto); y por ello se encerró en sus fantasías románticas, materializadas en su hermoso castillo.
Dios me dé la oportunidad de visitarlo algún día; aunque la imaginación, tomada de la mano de recurrentes sueños profundos, elevan mi espíritu para visitar Neuschwanstein, con la exclusividad de ser soberano, aunque sea de lo etéreo.
Es todo por hoy. Licorne y Sabbatical, aspiro que mi post les haya agradado. Es mi deseo.