Alexander Douglas-Hamilton, Duque de Hamilton y de Brandon. Jefe del Clan Hamilton, tiene su asentamiento principal en Lennoxlove House.



El Duque de Hamilton es el primer Par de Escocia y, por ello, es el encargado de custodiar la corona de Escocia. Él mismo la depositó sobre el ataúd de Isabel II en la Catedral de St. Giles, en Edimburgo.

La corona actual data de 1540, cuando Jacobo VI de Escocia ordenó al orfebre John Mosman que reformase otra más antigua. El Rey Jacobo la usó ese mismo año en la coronación de su consorte, la Reina Ana, nacida Princesa de Dinamarca. La ceremonia tuvo lugar en la Abadía de Holyrood. El origen de la corona primigenia se desconoce, aunque puede observarse en un retrato de Jacobo IV aparecido en el Libro de horas creado con motivo de su matrimonio con Margarita Tudor en 1503.

El aro de la corona está realizado con oro escocés. Lleva incrustadas 42 gemas, provenientes de la corona anterior. También se emplearon perlas de agua dulce, obtenidas en los ríos de Escocia. Los cuatro imperiales de la corona están ornamentados con oro y hojas de roble esmaltadas en rojo. Se unen a través de un orbe de oro esmaltado en azul y adornado con estrellas doradas. Lo culmina una gran cruz decorada en esmalte dorado y negro con una amatista rectangular en el centro. Los extremos superiores y laterales de la cruz están adornados con perlas. El peso total de la corona es de 1,644 Kg.

Richard Montagu Douglas Scott, Duque de Buccleuch y de Queensberry, Jefe del Clan Scott. Entre multitud de propiedades, la principal es el Castillo de Drumlanrig.






La Princesa Alicia, Duquesa de Gloucester, era hija de John Montagu Douglas Scott, el VII Duque de Buccleuch. Por lo tanto, era tía abuela de Richard, el actual duque.

Los Buccleuch tienen o tenían una impresionante colección de arte, entre la que se encuentran varias joyas. Mary Montagu-Douglas-Scott, esposa del VIII Duque de Buccleuch, asistió a la coronación de Isabel II con un cinturón de diamantes lucido como tiara. Resultó ser una de las joyas más llamativas entre las lucidas por las asistentes no pertenecientes a la realeza.

Charles Innes-Ker, Duque de Roxburghe. Su hogar es el Castillo de Floors en Kelso, Escocia.



Henry Innes-Ker, el VIII Duque of Roxburghe, se casó con Mary Goelet, una de las multimillonarias herederas americanas apodadas las "princesas dólar". Muchas llegaron a Reino Unido para salvar las propiedades y títulos de la nobleza británica.

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Floors fue una de las propiedades restauradas con la fortuna de Goelet. Además, la familia incrementó su fortuna y patrimonio gracias a ella, atesorando una importante colección de arte y joyas históricas.