Ay, Sabbi...
Lo cierto es que no todos los chiquitines son bebés y nenes de anuncio. Hay criaturas que, simple y llanamente, no son físicamente agraciados. Tampoco significa que vayan a convertirse en personas feúchas, a veces con el paso del tiempo te llevas grandes sorpresas con los críos. Pero para mí la cuestión es que con la pequeña Leonore se combinan dos factores: el primero, que no se trata de una nena de las que te fascinan por su apariencia adorable o por exhibir una simpatía arrolladora; el segundo, que se trata de la hija de Madde y Chris.
Yo creo que cuando la definen como la princesa Sombría, están delatando la escasa querencia hacia los padres. Y lo malo es que eso se transmite a una niña que todavía no tiene ni dos años. Vale, no será un bomboncito, pero es una niña que todavía no tiene ni dos años y me parece francamente prematuro colgarle sambenitos como el de princesa Sombría en un -en mi opinión doloroso...- contraste con la prima Estelle, que tampoco es un dechado de belleza infantil, pero es más mona y sobre todo más risueña, de
modo que se lleva la etiqueta de princesa Amor. Que a tu hija la llamen Amor queda precioso y contribuye a reforzar la autoconfianza de la nena cuando crezca lo suficiente para apreciar el piropo, pero que a tu hija la llamen Sombría...pues no, no me parece justo para Leonore. Que igual resulta que de mayor se merece peores epítetos, vete tú a saber, pero esto lo encuentro excesivamente "tempranero". E, insisto, no veo que los niños tengan que pagar el precio de la creciente antipatía hacia sus padres.
Madde siempre ha sido la niña mimada, la consentida, por ser la pequeña, igual que CP era el echado a perder por ser el varón a quien su padre debe creer que robaron "injustamente" el derecho a sucederle en el trono. Normal que los suecos estén a la que salta con ellos. Pero los niños no tienen arte ni parte en eso.