La “rival” de Carolina de Mónaco ya contó en una novela “profética” el drama pasional que se precipitó hace semanas entre Monte Carlo, París y Londres, donde Ernesto de Hannover se ha cruzado más que ocasionalmente con Maryam Sachs.
Sans te dire adieu (Sin decirte adiós, 2007) es la novela de Maryam Sachs, escrita directamente en francés, según su editor, donde se cuenta la historia de una joven iraní, madre feliz, huida de Teherán en 1979, tras la revolución islamista, para encontrar refugio en París, donde ella, ida la juvenil pasión de su primer matrimonio, vuelve a descubrir el amor en brazos de un viejo amigo, hombre
modernísimo que habla alemán…
Dos años más tarde, Maryam Sachs, descendiente de una adinerada familia persa, educada entre Londres, París y Nueva York, casada con el hijo no menos adinerado de un antiguo amante de Brigitte Bardot, madre de tres hijos, protagonizó la primavera pasada una apasionada fuga de amor con Ernesto de Hannover, fotografiada, en su día, a la salida de un restaurante parisino.
Los Grimaldi, los Hannover y los Sachs son amigos desde la adolescencia. Y sus vidas se han cruzado en muchas ocasiones, en la Riviera italiana, los Alpes suizos y alemanes, la Costa Azul francesa, París, Londres, Nueva York. Los Sachs asistieron al matrimonio de Carolina y Ernesto.
Años más tarde, Maryam escribe su novela, tras haber publicado una reconocida antología de poesía erótica persa (traducida al alemán, el francés y el inglés) y comenzar a publicar llamativos libros de fotografía presentados por Farah Diva, la viuda del Shah de Persia.
Cosmopolita, adinerada, madre nómada, con piso propio en Londres, Maryam Sachs comparte con Ernesto Hannover algo esencial: los recuerdos infantiles en las estaciones de invierno de los Alpes, donde sus familias pasaban largas temporadas de recreo. Su antología de poesía persa consagrada al beso amoroso fue muy apreciada por el público alemán, encantado con una señora que maneja la lengua materna de Ernesto con la maestría de quienes han tenido una sólida educación multilingüe.
La relación algo más que amistosa entre Maryam y Ernesto plantea insondables complicaciones. Ambos están casados. Y Carolina ya tuvo muchos problemas con el Vaticano, tras dos matrimonios fallidos.