Diez minutos con el Rey
Don Juan Carlos opinó sobre temas de actualidad con total naturalidad
01.06.09 - VIOLETA SANTIAGO| SANTANDER
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Los Reyes, ayer, en el Parque de Las Llamas. /EFE«Majestad, tenga cuidado con éstos, que son periodistas». Don Juan Carlos llevaba diez minutos de charla distendida con cuatro profesionales de dos medios cántabros cuando llegó al rescate el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que le indicó que era hora de irse.
Eran casi las 14,30 y el Rey y la Reina habían pasado alrededor de una hora en 'corrillos', departiendo con casi todo aquel que quiso de entre los invitados a la recepción que había organizado en su honor el Ayuntamiento de Santander, con su alcalde Íñigo de la Serna al frente.
Para quienes no son 'alguien' no resulta especialmente fácil situarse a un metro del rey de España. Cuatro escoltas le cubren los flancos, y se esmeran en su trabajo, aunque el monarca y Doña Sofía se mueven con libertad y pasan de círculo en círculo, saludando y teniendo una palabra amable para todos aquellos que se les acercan.
En general, la gente no se corta: ya se sabe de antemano -porque lo han contado cientos de crónicas- que son cercanos y sencillos. Y ayer lo demostraron para cumplir con la idea preconcebida en el hall principal del Palacio de La Magdalena.
La Reina, por ejemplo, se entretuvo con un grupo de concejales de Santander, con los que se mostró «simpatiquísima. Es encantadora», contaron luego varios de ellos.
Conversación relajada
Don Juan Carlos también departió lo suyo, relajado, con unos y con otros, tras haber señalado en el breve brindis que hizo con las autoridades regionales que él y su esposa se sienten cómodos cuando vienen a Santander, donde se les recibe «siempre bien».
Poco antes de que se diera por finalizada su visita, estuvo dialogando junto a la escalera del hall con el director del CNI, el servicio de espionaje español, un momento en que la 'comandita' de periodistas -ubicada justo a su lado- puso algo nerviosos a sus hombres de seguridad.
Pero cuando el grupo logró ponerse delante del monarca e identificarse, el rey enseguida entró en materia. Opinó con absoluta naturalidad sobre todas las cuestiones que salieron, como las próximas elecciones europeas o la crisis económica, ante la que se declaró optimista.
También se interesó por los medios para los que trabajaban los profesionales y preguntó, expresamente, si en Cantabria existe mucha competencia entre las empresas periodísticas, bromeando al tiempo con el 'pique' que existe entre los medios nacionales.
Don Juan Carlos dijo estar muy encima de todos los temas importantes de actualidad, aunque no le dé tiempo a leer mucha prensa e, incluso, contó anécdotas concretas, entre divertido y alucinado por lo que lee a veces.
Señaló, además, que habla sobre ello con su nuera, Doña Letizia, aunque apostilló que se ven poco, porque tanto él como ella están muy centrados en sus respectivos trabajos. Interrogado por sus nietas más pequeñas, las hijas del heredero Don Felipe, afirmó con amplia sonrisa de abuelo que tienen «mucho desparpajo».
Y, en esto, apareció Revilla y se lo llevó.
http://www.eldiariomontanes.es/20090601 ... 90601.html