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Este primer post va a estar reservado para los diferentes árboles genealógicos de la familia, primero pondré éste que trata exclusivamente el apellido Muñoz:



Además podéis pasaron por el Pequeño Gotha donde Hernán ha tratado recientemente esta familia. Pero obviamente una familia no es sólo el apellido paterno, los Muñoz han ido emparentando con otras muchas familias y originando nuevas ramas. Como sería imposible y sobre todo poco práctico poner a todo el mundo en un solo árbol, cada una de esas ramas las iré poniendo por separado para completar con ello el árbol inicial.

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El encumbramiento de los Muñoz fue especialmente ostentoso en el plano nobiliario, con la concesión de diversos títulos por parte de Isabel II y sus sucesores. En realidad fue un proceso largo que abarcó cinco generaciones de la familia con un total de 21 títulos distribuidos de la siguiente forma:

1ª Generación (el padre de Agustín Fernando Muñoz), un título.
2ª Generación (el propio Agustín Fernando), dos títulos por Isabel II, más otro de regalo (se ve que había una oferta de 3x2) por Luis Felipe de Orléans.
3ª Generación (los niños Muñoz Borbón, que se llevaron la palma), doce títulos.
4ª Generación (los nietos), cinco títulos (cuatro con Grandeza), más la elevación a ducado de un condado de la generación anterior, y una Grandeza de España para otro título también anterior.
5ª Generación (los bisnietos), un título.

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De lo primero que voy a hablar es del palacio que Mª Cristina y Muñoz tuvieron en Madrid, en la plaza de los Ministerios (hoy de la Marina), muy cerca del Palacio Real. Este palacio ocupaba la mayor parte de la manzana formada por las calles Torija (que en este tramo pasó luego a formar parte de dicha plaza), de la Bola, de la Encarnación y de las Rejas (hoy Guillermo Rolland). En la siguiente foto sitúo la manzana de la que estoy hablando...

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Por tener la puerta principal en la última calle mencionada fue conocido como "Palacio de las Rejas". La propiedad, un caserón anodino y destartalado al estilo de los que acostumbraba la nobleza madrileña, había sido propiedad del marqués de Santa Cruz, e imagino que fue él quien se lo vendió a María Cristina. Esto no sé cuándo sucedió, pero imagino que sería en 1844 cuando volvió del exilio, o quizá fue antes con vistas a su regreso, realmente no lo sé...

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Como decía, el palacio de Santa Cruz tenía su puerta por la calle de las Rejas, pero Mª Cristina reformó el edificio y aunque mantuvo esa puerta, trasladó el acceso principal a la fachada lateral de la calle Torija (después plaza de los Ministerios y hoy de la Marina). Esta parte se reconstruyó por completo según el proyecto firmado por Narciso Pascual Colomer en 1847, pero el resto del edificio sólo fue transformado parcialmente, conservándose en gran medida la estructura anterior, que presumo de escaso valor arquitectónico, por lo que el contraste entre el exterior y el interior debió ser notable. El edificio resultante debió ser en verdad imponente, y bastante singular para lo que era la arquitectura palaciega española, a pesar de las innovaciones que en este campo se estaban produciendo por influencia de las corrientes europeas, porque a pesar de que éstas estaban calando en la Villa y Corte y dieron magníficos ejemplos, la mayor parte desaparecidos, yo no conozco ningún edificio madrileño de esta época que tuviera la estructura que a continuación comentaré. En esta nueva etapa el palacio continuó siendo conocido como "de las Rejas".

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Para hacernos una idea de las proporciones, diré que esa fachada que se ve en el dibujo tenía alrededor de 53 metros de longitud, que viene a ser lo que miden las fachadas de los tres edificios que se ven en la siguiente foto, y que se levantan sobre el solar del antiguo palacio...



Y esta es la superficie que ocupaba, sobre el catastro actual, algo menos de 4.000 metros cuadrados.

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Decía que la nueva obra llevada a cabo en el palacio dio un edificio bastante singular, y me refería a esa nueva fachada principal, concretamente a su estructura, que se resolvía mediante una amplia semicircunferencia que se introducía en el palacio dejando ante él un espacio de respeto, quedando la curva enmarcada por dos pabellones laterales de tratamiento monumental (cuerpo bajo almohadillado y superior con pilastras), entre los cuales se había proyectado un cerramiento de obra (como se ve en el proyecto de Pascual) que finalmente ser resolvió con una verja con tres puertas. Una vez traspasada la verja, una doble escalinata adosada al muro daba acceso al edificio. Por el desarrollo de la escalinata imagino que la entrada debía hacerse por la primera planta. En el siguiente detalle de un plano de Madrid de 1849 creo que se entenderá mejor lo que he dicho.

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Pero el flamante palacio de Mª Cristina y del igualmente flamante duque de Riánsares no estaba destinado a durar mucho... Durante unos años sirvió de corte paralela para las intrigas del matrimonio Muñoz y Borbón, aquí se celebraron fastuosas fiestas y se fraguó el intento de colocar a uno de sus hijos en el trono de un futuro reino americano que nunca llegó a existir. Hasta que en el verano de 1854 se produjo uno de tantos golpes militares que fueron la lacra de la política española del siglo XIX. Descontentos con el gobierno del conde de San Luis, los progresistas al mando de Leopoldo O'Donnell se sublevaron contra el gobierno en lo que fue conocido como la Vicalvarada, provocando en Madrid (y en otras partes) importantes disturbios durante los cuales, en la noche del 17 julio, las turbas asaltaron el palacio de las Rejas, saqueándolo e incendiándolo. Se dice que Mª Cristina tuvo que escapar disfrazada de hombre por las caballerizas, situadas en la esquina de las calles de la Encarnación y de la Bola...

Las siguientes ilustraciones muestran dos momentos del asalto al palacio.

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Realmente no estoy seguro del alcance de los daños sufridos por el edificio, pues mientras en unos sitios se dice que aquella noche el fuego acabó con el palacio, por ejemplo el marqués de Mendigorría en sus memorias asegura que el edificio se salvó por haber intervenido a tiempo las fuerzas de seguridad...



Sea como fuere, a raiz de estos incidentes los Muñoz y Borbón marcharon de nuevo al exilio, y por una u otra causa el palacio desapareció pocos años después, de manera que en el magnífico plano de Ibáñez de Íbero de hacia 1872 esto es lo que aparece... nada (salvo la zona de las caballerizas)

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¡Ánimo, me está encantando!Por mucho que he leído sobre esta familia, no conseguía aclararme y has venido tú al rescate.

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"Todo fracaso es condimento que da sabor al éxito" – Truman Capote

Felicidades por la apertura de este nuevo hilo. ¡Siempre me han interesado los Muñoces!