Me enmiendo la plana a mí misma. Después de leer este artículo de Boris Izaguirre, la verdad es que le he dado bastantes vueltas al tema en mi cabeza:
http://elpais.com/elpais/2017/06/08/gente/1496945974_710550.htmlLleva toda la razón. Hay chicos y chicas precoces. Lo sé, yo misma fuí una de ellos/ellas. No, a mí no me atraía Kurosawa, jajajaja, no juego en la misma línea que Boris y, presuntamente, Leonor. Pero a los trece años descubrí a Homero y Virgilio, gracias a un excelente profesor, y me quedé prendada del mundo clásico, así que, antes de cumplir catorce, había leído Sófocles, Esquilo y Eurípides. En castellano, eso sí, nada de "versión original".
Con esto quiero decir...hay criaturas que, por lo que sea, desarrollan un interés llamativo hacia algo que se considera que está "por encima" de lo que sería "lo corriente a sus años". Pero eso no debe servir para que nadie haga mofa y befa, para que nadie pretenda burlarse ni cebarse a memes. Porque, a fín de cuentas, estamos en una época en que intentamos concienciar sobre los efectos perniciosos de burlarnos de quien es, o de quien nos parece, "distinto", "diferente" u "original" por cualquier cosa, desde el estilismo hasta la manera de hablar o de actuar. Nos pasamos el tiempo tratando de hacerle frente a fenómenos como el matonismo de patio de colegio/instituto, también llamado bullying. Pero esos días hubo auténtico amago de bullying, o bullying sin amago, hacia la pequeña Leonor en las redes sociales...y lo dejamos correr.
Creo que necesitaba desahogarme...