Esta nota aparece en la edición digital del diario El Mundo de hoy.

El titular es un poco sensacionalista porque en el texto no se habla de secretos de Alfonso XIII, pero en fin, es interesante igualmente.

Los secretos de Alfonso XIII, en un mercadillo turco

El archivo personal del marqués de Villalobar aparece en saldo de Ankara.

Ilya U. Topper | Estambul

Actualizado viernes 16/09/2011 09:13 horas

Una caja de papeles en un mercadillo de trastos de segunda mano en Ankara. Un transeúnte que se fija. Entre los documentos hay cartas en español, telegramas dirigidos a un tal Marqués de Villalobar, ejemplares de una revista belga fechada en 1915. Fuat Köksal, coleccionista, no se lo pensó mucho y adquirió la caja entera. Algo interesante podría haber, pensó.

Esto fue en 2009, pero no tuvo tiempo de revisar el contenido a fondo hasta ahora. Y lo que descubrió le dejó estupefacto: los papeles son, de hecho, parte del archivo personal de Rodrigo de Saavedra y Vinent, Marqués de Villalobar, hombre de confianza de Alfonso XIII, embajador en Bélgica y uno de los diplomáticos clave en aquellos movidos años de la I Guerra Mundial. "Hay fotografías de Villalobar, cartas personales y documentos oficiales", asegura Köksal a la agencia de noticias turca Anadolu.

El coleccionista añade que prácticamente todo el material pertenece a la época de la Bélgica ocupada por las tropas alemanas (1914 -1917) y que hay "casi 60 telegramas y documentos manuscritos redactados en clave". Köksal cree que el hallazgo podrá arrojar luz sobre las técnicas de codificación de la época.

La caja contiene también documentos de los amigos de Villalobar, entre ellos un tal Herbert Hoover, entonces un joven minero entregado a aliviar la crisis humanitaria de la Bélgica ocupada por Alemania... y más tarde, presidente de Estados Unidos. No sorprende: Villalobar, nacido en 1864, mantenía una amplia red de excelentes contactos personales en todas las potencias implicadas en el conflicto. Antes de cumplir los 30 años ya había trabajado en la Embajada Española en Washington, a los 40 asumió un cargo en la de Londres y en 1910 se trasladó a Lisboa. En 1913 fue enviado como ministro plenipotenciario a Bruselas, donde pasó toda la I Guerra Mundial.

En total hay 4.221 documentos, muchos de ellos marcados como "secretos" y parte del intercambio oficial de correspondencia entre el embajador y la Corona española. Pero también están los primeros 69 números del diario belga 'La libre Belgique', fundado en 1915 y distribuido de forma clandestina en la Bélgica ocupada. El diario sigue publicándose hoy día y es uno de los mayores periódicos francófonos del país. "Pero tal vez ni ellos tengan en sus archivos estos números", se enorgullece el coleccionista. Ahora, añade, necesitará la ayuda de historiadores para poner en orden en la caja de papeles.

Tal vez un registro minucioso del contenido pueda aclarar el último misterio: ¿cómo llegó esta caja a un mercadillo de Ankara? Villalobar murió en 1926 y no consta que hubiera viajado a Turquía. Es tarde para preguntar a su hijo, Carlos Saavedra: murió en 2004. Los descendientes siguen formando parte de la nobleza de España y Bélgica, pero no consta en su linaje ninguna princesa otomana.

Añado yo por mi cuenta una foto del marqués de Villalobar y una biografía suya que publica Wikipedia.



http://es.wikipedia.org/wiki/Marqu%C3%A9s_de_Villalobar

Un caballero, un señor. Yo apenas conocía su nombre salvo por todo el tema del compromiso de Alfonso con Victoria Eugenia y por su vinculación con los asuntos económicos del Rey. Bueno, por eso y por cierta anecdotilla graciosa.

Al parecer Villalobar tenía varias deficiencias físicas por las que llevaba una serie de prótesis con las que pasar más o menos desapercibido.

Total, que en una de esas le llega al buen marqués invitación a la puesta de largo de la princesa Mercedes y de la infanta María Teresa. Ya sabéis, jolgorio palaciego alfonsino de los de agarraté y no te menées. Banquete, fanfárrias, gente endomingada...y el baile. Al poco de empezar se oye un estruendo en medio del salón que llama la atencion de la reina María Cristina, que estaba un poco apartada.

- ¿Ke seeeeeer ese estruenden, ein? - le dice a su dama.

Absolutamente seria, impávida, la dama susurra al oído de Su Majestad.

- ¡Heil, Majestad! El marqués de Villalobar, que se está desmontando.

Y es que el pobre marqués, ignorando los impedimentos derivados de sus problemas físicos, se había lanzado a un baile desbocado que dio con sus huesos en el suelo y con sus postizos por el parqué.

Por humanizar un poco al héroe y dar chispa a su gloria.

Esta vez ha habido suerte y "alguien" los ha encontrado, pero ¿habéis pensado la cantidad de documentos históricos que se habrán perdido por el camino y que a día de hoy hubieran resuelto grandes misterios de la Historia? Sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta, pero también me gusta saber que cada día que pasa podemos encontrar algo nuevo que cambie radicalmente el enfoque que tenemos sobre un determinado hecho histórico.

Ojalá este hallazgo encuentre su sitio en España y no se pierda

Saludos!

Y los que aún se perderán, Portablito. Te pongo un ejemplo. Tengo un amigo que vive en un pueblo del interior de Palencia cuyo nombre omitiré por preservar la integridad de los documentos que todavía quedan allí. El caso es que ese pueblo fue cabeza de partido, alcaldía, desde tiempos inmemoriales hasta hace pocas décadas. El ayuntamiento se fue pero su archivo histórico sigue allí, en una casa medio en ruinas del siglo XVII, al alcance de cualquiera.

Yo mismo los he examinado, pálido del estupor al comprobar todo lo que se puede perder para siempre. Infinidad de documentos del siglo XVII, XVIII y XIX esperando que se caiga un tejado, que se los coman los ratones o que se los lleve algún desaprensivo para encender la lumbre. Lo dije en mi facultad, llamé a los correspondientes organismos de Castilla y León, mucho sisisisi, muchos parabienes, pero allí siguen los documentos.

Jajajaja, lo cuentas de maravilla, querido.
A partir de ahora, siempre que vea una foto de Crista, me la imaginaré mirándome de hito en hito y preguntando en tono gutural:

- ¿Ke seeeeeer ese estruenden, ein?



Y ahora, yendo al tema...estoy desolada, yo nunca me encuentro nada ni medianamente interesante en los mercadillos. A ver si un día tengo suerte y me topo, por puritito azar, sin buscar ni rebuscar, unas memorias secretas de Mariana de Neoburgo. Encuadernadas y dentro de un cofre. A cinco euros el lote, porque el vendedor no tiene ni repajolera idea de lo que es...

Ajajajja, Minnie, me alegro que te guste

Yo siempre voy a los mercadillos y ferias de antigüedades pensando encontrar tesoros por cuatro perras. Pero na de na. Sólo una vez me llevé un retrato de la princesa Mercedes y la vendedora no tenía ni idea. Me puse tan nervioso que casi me da un aire, pero al final me la llevé.

Lo del pueblo de Palencia...el de la vieja casa del ayuntamiento casi en ruinas "guardando", por decir algo, ese archivo de enorme valor al que nadie presta la menor atención...eso ha acabado de rematarme. Que esas cosas todavía pasen me pone de muy mala milk.

Perdonad, ¿conocéis cuales son las mejores ferias, y o mercadillos de antigüedades?.



Lo del mercadillo de Estambul, me ha dejado a cuadros . Cuantos tesoros históricos andarán perdidos por el mundo, sin que nadie aún les haya prestado la atención que se merecen.

Pobre Marqués estampado en el suelo del grandioso salón de baile y con todos los arreos a su alrededor, tuvo que ser una imagen de traca y es que los hay muy atrevidos y seguro el buen marqués salió más que airoso de la situación. Soy yo y no piso un salón de baile en mivida, ni bailo aunque me lo pidiesen de rodillas todos los principes, y caballeros de buen ver habidos y por haber

Y lo del mercadillo me pasa como a Minnie nunca encuentro nada emocionante, y es que tengo una mala pata, será que no se buscar.....

Y digo yo cómo narices habrán llegado esos valiosos documentos al mercadilo de Ankara????

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Lamballe si sabes dónde están los documentos, si has avisado y no hacen nada y si se van a perder por la luz, la humedad y los ratones, hazme un favor, llévatelos a casa. Mejor que los tengas tú a que se desintegren. Así sotto voce te diré que es práctica común entre archiveros y documentalistas aficionados a la historia, no estoy diciendo que arranquemos páginas de libros de un archivo y nos las llevemos de estrangis (que los hay) pero que antes de que se vaya al traste el patrimonio documental nos los llevamos, pues sí.

Y lo que no es patrimonio documental también. Había una vez una iglesia en ruina absoluta con una Virgen románica dentro de la que nadie se acordó ni ocupó durante años hasta el punto de casi perder la policromía... adivina dónde está ahora

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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.

Muy buena idea, Iselen! Al toro, por los cuernos. Si por años y años los ignorantes no toman medidas para cuidar tesoros ireemplazables, nos toca a nosotros tomar la iniciativa, y que salga el sol por Antequera.

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