Vengo a destrozar la fama de elegante y sobrio que, para algunos, (no estoy entre sus filas) tiene el rey Mohammed de Marruecos.
Un tipo desconocido para mi ha estado invitado por el rey estos días y con más entusiasmo que prudencia ha publicado en su perfil de Instagram dos fotos del Comendador de los Creyentes que ahora os enseño y comento. No tengo edad ni salud para reyes como estos.
En esta primera, además de una chaqueta que posiblemente cause interferencias con las señales de radio de la zona, SM lleva unos pantalones estrechos que resaltan el tamaño de su cabeza. No caben más disparates en un solo cuerpo humano. La persona de negro que le señala con el dedo y lo pasa bomba es el que ha publicado las fotos, que los dioses le perdonen.
Con mi discreción legendaria omito todo comentario o chascarrillo sobre sus puntiagudos zapatos o las bolas de discoteca que cuelgan del techo de esa sala amoriscada porque bastante tenemos con lo que tenemos.
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Que nadie se mueva, que todavía hay más. Resulta que el monarca se fue de compras por Tánger y va y se compra la americana de cocodrilo (falso?) que vemos en la imagen y que hubiera llevado orgulloso un traficante de drogas de Chicago en 1974. Al hombre se le ve encantado de haberse conocido, eso sí. Dejo a foristas con más ojo la opinión sobre el accidente florar que lleva puesto su consorte, que esa es otra. No paramos de mejorar.
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