El problema es que una visita de cooperación oficial, sea de una reina o de cualquier otro miembro que represente oficialmente a su país, va unida no solamente a salir en la prensa o a que se hable de ti sino a una serie de acuerdos y compromisos de colaboración entre empresas, instituciones y ambos países para luchar y erradicar las situaciones de vulnerabilidad que existen. Cuando va la Reina no sólo va la Reina a ver qué ocurre, sino que le acompañan una serie de acuerdos, convenios, etc.

Actualmente, ni Harry ni mucho menos su mujer representan a nadie. No es que no representen al Rey Carlos o a la Casa de Windsor ni a Gran Bretaña… es que probablemente representan menos que algunos actores y actrices de Hollywood cuando se implican en tareas humanitarias. Con lo cual ha sido una visita vacía, únicamente de cara a la galería. Y esto sí huele a una carga política tremenda…. Pero como autobombo de la ministra en un momento de extrema debilidad política del presidente colombiano y de todo su gabinete.

Los problemas reales, que desgraciadamente van a más, y que necesitan de compromiso social y caritativo no suelen casar con el autobombo y los actos para mayor ego. No es así como se ayuda.

Hay una máxima recogida en los Evangelios muy apropiada: que lo que haga tu mano izquierda no lo sepa tu derecha. Y los celebrities, antes príncipes del Reino Unido, hacen gala justo de lo contrario.

A mí me parece que la vicepresidenta fue clara: Meghan le pareció una persona interesante y la invitó. Compró el relato de la mulata plebeya americana que emparentó con la realeza europea y esto ha sido un desagravio por el supuesto racismo recibido.

La vicepresidenta es, por lo visto, muy activista.