1. De huertas a las primera Casas-jardín: la del Conde de Galve y la de la Duquesa de Atri En el siglo XVI la zona era la periferia de Madrid dedicada a huertas y manufacturas, pero ya desde finales de ese siglo y a lo largo de todo el siglo XVII se desarrolla urbanísticamente y se convierte en la nueva área cortesana de la ciudad, a partir del establecimiento de la Corte en Madrid -de manera definitiva en 1606-, el uso por parte de la monarquía del Monasterio de San Jerónimo el Real y la construcción en 1635 del Palacio del Buen Retiro, palacio de verano de la monarquía y su residencia permanente desde 1734 hasta 1764, periodo en que, tras el incendio del Alcázar, se lleva a cabo la construcción del Nuevo Palacio Real. El área se desarrolla urbanísticamente acorde con su importancia, un proceso que hace de la confluencia del Prado Viejo con la Carrera de San Jerónimo el eje de esta área, paso obligado de los cortejos oficiales y escenario de los actos oficiales de la realeza.
Anónimo, Paseo del Prado en la Confluencia con Carrera de San Jerónimo
A principios del siglo XVII la parcela que hoy ocupa el Museo Thyssen estaba dividida en múltiples propietarios, produciéndose a lo largo de este siglo un complejo proceso de compraventas, herencias y litigios que poco a poco van unificando los terrenos en un solo propietario. A mediados del siglo XVII se construye una primera casa, la reproducida en el cuadro de Kessel colgado en el Hall central del Museo. Esta casa, que sigue la tipología instaurada por el arquitecto madrileño Gómez de Mora, perteneció al Conde de Galve y posteriormente al Conde de Frigiliana (cuñado suyo, que lo hereda de su hermana, viuda de Galve). Éste, a comienzos del siglo XVIII, reunió bajo su propiedad todos los terrenos que son actualmente el Museo (incluidos los que corresponden a la ampliación – Marqués de Cubas 19 y 21), más los terrenos que se extienden -entre Marqués de Cubas y el Paseo del Prado- hasta lo que actualmente ocupa el Banco de España, y que por entonces eran jardines y huertas. La propiedad se mantendrá en esta extensión hasta mediados del siglo XIX.
Kessel III, Jan van (atribuido) Vista de la Carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado con cortejo de carrozas, 1686
En 1746 la casa, junto con todos los terrenos antes mencionados, son adquiridos por la Duquesa Viuda de Atri, que dos años más tarde se casa en secreto con Alejandro Pico de la Mirandola. Ambos construirán una casa de mayor envergadura, más palaciega y con decoración barroca, encargada al arquitecto Francisco Sánchez, que proyecta un edificio de dos plantas con buhardillas.
Francisco Sánchez Proyecto para la Duquesa de Atri y Alessandro Pico de la Mirandola, 1750.