La reina Isabel de Inglaterra ha inaugurado hoy en Londres el Parlamento británico con un discurso marcado por la crisis económica. Isabel II ha señalado que "la prioridad absoluta es reducir el déficit y recuperar el crecimiento económico".
"Se tomarán medidas para acelerar la reducción del déficit presupuestario estructural. Una nueva Oficina para la Responsabilidad del Presupuesto proveerá confianza en el manejo de las finanzas públicas", ha detallado la reina Isabel, quien ha leído desde el trono de la Cámara de los Lores, y con toda la pompa que exige la tradición, los 22 proyectos de ley que ha preparado el Gobierno de coalición conservadora-liberal demócrata surgido de las elecciones generales del pasado 6 de mayo.
El programa legislativo del nuevo Gobierno "estará basado en los principios de libertad, justicia y responsabilidad", ha asegurado la Reina en un discurso sin sorpresas. La de hoy es la 56ª vez en que Isabel II inaugura una sesión del Parlamento durante su reinado.
La reina Isabel, acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, ha leído el programa -que incluye una consulta para cambiar la ley electoral y una propuesta de reducción del número de diputados, entre otras medidas- en una abarrotada Cámara alta, donde lores, diputados (convocados, como manda la tradición, mediante un emisario enviado a la Cámara de los Comunes) e invitados han seguido el discurso. Siguendo el protocolo, la Reina ha llegado al Parlamento en carroza, vestida de blanco y con la corona imperial; mientras que los lores portaban sus capas de armiño y los comunes iban con ropa de calle.
El programa de Gobierno presentado por la soberana incluye los compromisos alcanzados entre los tories y el partido del viceprimer ministro, Nick Clegg, cuando acordaron formar coalición de gobierno, y muchos de ellos ya han sido adelantados en los últimos días a la prensa.
Entre las 22 leyes explicadas por la reina, y que el Gobierno pretende hacer realidad a lo largo de los próximos 18 meses, destaca la reforma educativa, cuyo objetivo es aflojar el control del Gobierno central, otorgar más poder a los padres y buscar nuevas vías de financiación para los alumnos más desfavorecidos. La nueva ley, ha explicado la soberana, "dará más poder a los profesores respecto al diseño curricular".
En su conjunto, las 22 leyes prometidas por el Gobierno a través de la reina contemplan aspectos tan variados como el reforzamiento de las libertades civiles, cambios en la elección de los responsables de la Policía, el aumento a cinco años de los mandatos parlamentarios, la inyección de capital privado en el Servicio de Correos y
modificaciones en la regulación financiera.
También se prevé la fijación de cuotas anuales para la aceptación de inmigrantes extracomunitarios, la creación de una Policía de Fronteras, la prohibición de la venta de alcohol a bajo precio y la concesión de más poderes a los ayuntamientos y Policía para cerrar locales y bares.
Asimismo, la legislación anunciada por la reina incluye la adaptación de las pensiones en función de las ganancias, la reducción de la burocracia, garantías para la celebración de referendos sobre los futuros tratados de la UE y la concesión de más poderes al Parlamento escocés.