Efectivamente, las tres Borgoñas, los primeros miembros de la familia de Felipe IV de Francia, más conocido como Felipe el Hermos, en quien según los aficionados a la leyenda empezó a materializarse la maldición que Jacques de Molay, Gran Maestre del Temple, le lanzó en la hoguera (de ahí la referencia a la caballería quemada)
"Malditos, málditos todos durante 13 generaciones"
Isabel de Inglaterra, casada con Eduardo II Plantagenet, se encontraba en París, donde según los historiadores habría acudido para pedir clemencia a su padre, y que no ejecutara a los Templarios, pero aprovechó su estancía en la corte para acusar a sus cuñadas, a las que odiaba cordialmente, de adulterio; información que le habría sido facilitada por Roberto de Artois, primo de las afectadas, como venganza contra la madre de de Juana y Blanca, y tía de Margarita,Mahaut de Artois, quien en un largo pleito y aprovechando su parentesco real, había logrado despojarle de su señorio de Artois.
Fueron hechas prisioneras ellas y sus amantes en la Torre de Nesle. Ellas fueron recluidas en sus aposentos sin posiblidad de ser vistas por nadie, mientras sus amantes, dos nobles jovenes, uno escudero de Carlos y el otro aspirante a caballero del propio sequito de Felipe, fueron entregados nada más y nada menos que a Guillermo de Nogaret, a quien no le había temblado la mano para torturar a todo un gran mestre del Temple, con lo que mucho menos a dos jovenzuelos que habían osado mancillar el honor real. Todos confesaron su delito, ellos fueron condenados a ser rodados, depellejados vivos y colgados...
En cuanto a ellas, Luis quería ver muerta a Margarita, pero su padre bastante más inteligente, puso la unidad del reino por encima de los deseos personales, no podía arriesgarse a perder la Borgoña, por un quítame allá esos cuernos. También era de ese parecer el propio hermano del Rey Carlos de Valois, a quien la situación le había colocado a los pies del trono, su hermano tenía tres hijos, sí, pero la única descendencia era la hija de Luis, Juana, la cual tras la deshonra de su madre, quedaba sometida a la duda de su legitimidad, no le interesaba que ninguna de la implicadas muriera, eso podía hacer que Luis, Carlos y Felipe, pudieran casarse de nuevo y dar herederos, así que también con la excusa de preservar el reino se mostró partidario de su recluisión de por vida.
Margarita fue encerrada en un conventó donde murió en extrañas circunstancias. Lo mismo le sucedería a su hermana Blanca.En cuanto a Juana, si bien ella no cometió adulterio, se le acuso de alcahuetear y servir de cómplice a los adulteros, así que también se vió en un convento, pero al cabo de un año obtuvó el perdón de su marido y volvió con él, dándole tres hijas, lo que por aplicación de la Ley Sálica, tampoco solucionaba el problema sucesorio.
Una vez viudo de Margarita , Luis X el Obstinado, contrajo matrimonio con Clemencia de Hungria, que le dio un hijo llamada Juan el Póstumo, el cual murió también en extrañas circunstancias al poco de nacer.
El pequeño león, que aspiraría a sentarse en el trono de Francia, no es otro que Eduardo III, hijo de Isabel de Francia y Eduardo, el cual con sus reclamaciones daría pie al conflicto bélico de más larga duranción que ha conocido la historia y que desangraría a los dos paises durante más de un siglo: "La guerra de los Cien Años".
Si era o no consciente Isabel de Inglaterra, de esta posibilidad cuando denunció a sus cuñadas, y lo hizo para allanar el camino a su hijo, lo desconocemos, pues no tenemos conexión con el más allá para preguntárselo. Puede que realmente no soportara que sus cuñadas, por las que no sentía ninguna simpatía, difrutaran del amor, mientras ella veía pasar su vida al lado de un rey, más aficionado a sus soldados que a su reina. O sencillamente, lanzó los dados de la historia sin ser consciente de sus consecuencias.
Muy bien legris, enhorabuena
. Voy a ver si preparo uno dificil.
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Elinor.Duchesse d’Aquitaine