La diferencia básicamente, es que mientras las religión ortodoxa se considera cismática respecto a la católica, (el cisma producido en 1054, tuvo más que ver con asuntos geopolíticos que con discrepacias de dosgma realmente profundas, todo por la inserción de la denominada cláusula FILOQUE en el credo de Nicea, es decir con el asunto de la procesión del Espíritu Santo. La iglesia Occidental añadió al Credo Niceno lo que se conoce como la cláusula Filioque, afirmando la doble procesión del Espíritu Santo: del Padre y del Hijo. Ésta fue rechazada por la iglesia Oriental, que enseñaba que el Espíritu solamente procedía del Padre) por contra, las diversas variantes que se recogen y que todos conocemos como protestantes, son además consideradas por la Iglesia católica no sólo cismáticas sino heréticas, es decir, el problema en este último caso es más de fondo, porque algunos de los dogmas fundamentales del catolicismo son negados por el protestantismo, con lo cual la cuestión se vuelve un poquito más peliaguada.
Por lo que yo conozco, la Iglesia católica acepta los matrimonio denominados mixtos, es decir en los cuando uno de los cónyuges es de otra confesión distinta de, sea protestante, judia o musulman... Los trámites no suelen ser excesivamente complicados y casi siempre van unidos al compromiso de educar en la fé católica a los hijos habidos de ese matrimonio, la dispensa suele darse en la mayoría de los casos.
Centrándonos en el tema de la realeza, es lógico, que las familias reales viesen con reticencias la celebración de matrimoios mixtos, mácime en épocas en que la realeza u la divinidad de las personas reales eran todo uno... no hay más que mirar el título de Cristianisimo rey de Francia, o el de Defensor de la Fe que reciben los monarcas ingleses, es obvio que a la hora de concertar matrimonios prefieresen uno donde la religión no supusiera ya un debe en el futuro matrimonio. No obstante hasta hoy en día, existen normas legales que prohiben a los herederos de un país casarse con personas de religión católica, que yo recuerde me viene a la memoría los casos de Holanda y Dinamarca.
En cuanto a algunas de las parejas que mencionas, destaco sobre todo la del matrimonio de Victoria Eugenia de Battenberg y Alfonso XIII, en cuyo caso y previamente a la celebración del matrimonio, Ena tuvo que adjurar de la religión protestante y convertirse al catolicismos, que se llevo a cabo en el Palacio de la Magdalena en Santander y según palabras dela propia reina, todo el mundo ( leáse la corte y los mandatarios eclesiásticos) se esforzaron por hacerle el momento lo más desagradable pósible.
_________________ Elinor.Duchesse d’Aquitaine
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