REDACCIÓN - VIGO - 06-09-2010
Fue un visto y no visto; pero gustoso. El Príncipe Felipe de Borbón acudió, sin la princesa Letizia, en la tarde a Baiona para presidir la entrega de premios de la cita que lleva su nombre desde hace 25 años. Esa onomástica animó a su alteza a acercarse hasta el Val Miñor para cumplir con una prueba en la que tanto él como el Rey han participado en varias ocasiones. No fue el caso de la edición de este año.
Su majestad bromea con Rafael Olmedo, presidente del Monte Real Club de Yates de Baiona. Foto: Lydia Miranda
El heredero de la Corona no pudo subirse a ninguno de los barcos, pero sí quiso entregar en persona los galardones. En medio del secretismo habitual con el que se mueve la Casa Real, el Príncipe llegó a Baiona pasadas las cinco de la tarde, hora marcada para el acto de entrega de los trofeos. Allí ya esperaban las autoridades autonómicas –con el presidente Alberto Núñez Feijóo–, provinciales y locales, así como los representantes de los patrocinadores –encabezados por José Luis Méndez, de Caixa Galicia–. Entre regatistas, familiares y aficionados, unas 200 personas siguieron en directo la presencia del Príncipe. Con discretas medidas de seguridad, al heredero le dio tiempo de hacerse fotografías con el público presente y hasta recibió algún que otro beso cariñoso de los presentes. Y así, con la misma celeridad con la que llegó, el Príncipe Felipe dejó Baiona. Para volver el año que viene, quizás...
’Aquella semilla ya es un robusto árbol’
Marcial Gamboa inició su discurso apuntando que ‘parece que fue ayer y, sin embargo, han pasado 25 años’ del nacimiento de la regata. Dirigiéndose al Príncipe, apuntó que entonces se plantó ‘la semilla que dio origen a la Regata Príncipe de Asturias que organiza la Escuela Naval y el Monte Real de Baiona y que, a lo largo de estos años, se ha convertido en un robusto árbol, todo un acontecimiento náutico’.
’Los regatistas son la esencia de la cita’
Rafael Olmedo agredeció al Príncipe el servir de aliciente para la prueba: ‘Vuestro nombre, Alteza Real, confiere un alto honor y a la par similar responsabilidad que nos obliga a persistir constantes en nuestros esfuerzos hasta lograr situarla como un referente de la vela’. Además, recordó ‘la participación de tantos deportistas que, con su presencia, entrañan la esencia misma de la regata’.
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http://www.atlantico.net/noticia/110128 ... eAsturias/