El tema en sí mismo es fascinante, Grisol. Me alegra que lo hayas traído a este rincón, para que podamos conocerlo, profundizar en él, revisarlo y sacar cada uno su propia conclusión

Personalmente, he de confesar que no veo nada clara esa hipótesis de que la monja negra de Moret fuese una hija ilegítima de la reina María Teresa y el enano Nabo, quien, al parecer, tenía la piel "del color de la tinta". Es innegable que la monja negra de Moret existió y que su existencia, rodeada de circunstancias bastante llamativas, sugirió una serie de teorías acerca de sus orígenes. En realidad, las evidencias documentales con cierta consistencia son dos, nada más que dos: un breve párrafo en las Memorias (maravillosas, sea dicho) de La Grande Demoiselle, la mayor de las sobrinas del rey Louis XIV, que habría conocido la historia de labios de su progenitor Philippe duque de Orléans; y el filósofo Voltaire, quien aseguró haber conocido a la religiosa en plena adultez de ésta. Otros testimonios son menos relevantes. Las Memorias de Madame de Montespan y las Memorias del cardenal Dubois pesan poco en la balanza, porque, en ambos casos, los investigadores consideran de manera casi unánime que se trata de textos apócrifos. En las Memorias de Saint-Simon se refleja esa historia extraña y sorprendente, pero Saint-Simon vivió en un período posterior y se limitó a recoger chismorreos que flotaban en el aire; no se refería a algo que él pudiese haber conocido de primera mano o al menos de segunda mano de un testigo presencial, sino de rumores que le habían llegado.
Para mí, el meollo del asunto es que María Teresa, prima y esposa de Louis XIV, dió a luz a una niñita a quien rápidamente se daría el nombre de Marie-Anne. El parto se había adelantado bastante respecto a la fecha prevista, resultando por añadidura extremadamente largo y difícil; en más de un momento se temió que la soberana no saldría viva de aquel alumbramiento. Los médicos y comadronas se asustaron ante el color "negro" que ofrecía la piel de la criaturita que surgió del cuerpo de la reina, pero es muy, muy plausible que no se tratase de una coloración negra, sino de un violeta muy oscuro, un morado intenso. Esa coloración podría deberse a una acusada cianosis derivada de una falta de oxígeno que habría sufrido la princesita Marie-Anne cuando la reina María Teresa luchaba denodadamente por darla a luz. La tesis de la cianosis de la niña se desprende también del testimonio de una medio hermana homónima de la princesita Marie-Anne, Marie Anne de Bourbon, por matrimonio princesa de Contí. Marie Anne princesa de Contí, hija natural legitimada de Louis XIV con Madame de Montespan, no creía, por tanto, que hubiese que dudar de la paternidad biológica de la niña "demasiado oscura" de la reina María Teresa, pues estaba convencida de que esa coloración se había debido a la cianosis. La niñita habría muerto a los pocos días de nacer porque era demasiado enclenque. El dolor de Louis XIV pareció haber sido auténtico, no una farsa, a tenor de las cartas que el monarca remitió a otros soberanos europeos en esas fechas para comunicárles la pérdida que habían sufrido. Por cierto que la inefable cuñada de Louis XIV, Liselotte von der Pfalz, esposa del duque de Orléans, decía que, a tenor de lo que le había contado su marido, la niña no había sido ni de lejos tan oscura, aunque sí tremendamente fea.
Eso deja sin resolver la incógnita de quién era la monja de Moret, pues no hay duda de que estaba conectada con la realeza y protegida por la realeza. Dado que se trataba de una mujer de color, hubo quienes enlazaron rápidamente ese personaje con la niña "de piel negruzca" que había parido María Teresa. Pero resulta que en el staff doméstico de María Teresa, el enano Nabo (cuyo nombre de pila era según he leído Agustín...) no parece haber sido el único de piel negra o mulata. Louis XIV, al parecer, tuvo un cochero que era mauritano, un hombre de piel negra, aparte de un musulmán que se convirtió al cristianismo; estaba casado con una mujer de su raza. Una tesis es que el cochero y su esposa tuvieron una numerosa prole, incluyendo aquella niña que tuvieron a bien apadrinar los mismísimos soberanos y a la que se propuso destinar a una vida religiosa patrocinada por los reyes y especificamente por la reina María Teresa. En una época ulterior, la reina de orígen polaco María Leczynska, esposa de Louis XV, creía en esa teoría.
Quien sabe. En realidad, ni pongo ni quito rey, jajaja, pero ayudo a la reputación de mi señora María Teresa. No imagino a la extraordinaria cándida y virtuosa María Teresa practicando sexo con su enano Nabo. Esas cosas suceden...pero me cuesta creer que en este caso sucediese. Por eso planteo las otras posibilidades que hay
