He transcrito para mis queridos amigos foristas, la crónica de la boda de la Infanta doña Isabel Alfonsa de Borbón con el conde Zamoyzki: toda una joya periodística.
Luego de leerla he pensado en lo que sería el día de hoy la monarquía española con una "corte"..... ya me dirán. Ojalá haya muchos comentarios.......
ABC. Domingo 10 de marzo de 1929. Edición de la mañana pag. 30
La boda de la Infanta Doña Isabel Alfonsa con el Conde de ZamoyskiMisa de Comunión. La comitiva Nupcial. Los desposorios. Inscripción del matrimonio civil. El banquete. Regalos
Misa de ComuniónEn el oratorio de las habitaciones de la Infanta doña Isabel se dijo una misa ayer, a las ocho de la mañana, a la que asistieron las familias del Infante don Carlos y de la Condesa Zamoyska, recibiendo la sagrada comunión la Infanta Isabel Alfonsa, el conde Zamoyski y todas las demás personas.
La comitiva nupcialA las 10 y media, 50 guardias alabarderos se situaron, al mando del oficial mayor, conde de Santa Ana de las Torres, en la galería, formando en dos filas desde la puerta de la real capilla hasta la salida de las habitaciones interiores, por donde había de pasar la comitiva nupcial.
Minutos después de las once, la banda de Alabarderos anunció con los acordes de la marcha de las bodas de El sueño de una noche de verano de Mendelssohn, que la comitiva se aproximaba.
En las galerías no se había permitido la presencia de persona alguna.
El cortejo nupcial, brillantísimo, lo formaban el Jefe de Cuarto, los Mayordomos de semana de Sus Majestades; D. Joaquín Montes Jovellar y Conde de Torrepalma, Grande de España de servicio, Duque de Montealegre y los Jefes de Palacio Duque de Miranda, Conde de Maceda, General Conde de Xauen y Marqués de Bendaña.
A continuación iba S.A. la Infanta Isabel Alfonsa de brazo de S.M. el Rey.
Su Alteza, guapísima, se ataviaba con lindo vestido blanco charmeuse, adornado desde la cintura con ramitos de flores de azahar y el valiosísimo manto de encaje que llevó el día de su boda la Reina Doña Victoria y que perteneció a la Reina Doña Isabel II. Su Alteza no llevaba joya alguna.
El Monarca llevaba uniforme de gala de la Armada, banda de una condecoración polaca, Toisón de Oro, collar de Carlos III y venera de las ordenes Militares.
A continuación iba S.M. la Reina, que se ataviaba con un vestido de corte de tisú de plata, mantilla blanca y manto de encaje, diadema, collar y joyas de brillantes y turquesas. Le daba el brazo al novio, conde Juan Kanty de Zamoyski, que vestía uniforme de maestrante de Sevilla con la banda de Carlos III.
Después, el infante D. Carlos, con uniforme de gala de General, daba el brazo a la condesa André Zamoyska de gris perla de crepè georgette, con encajes y joyas de brillantes; el príncipe de Asturias, de uniforme de gala de Infantería con el Toisón de oro, llevaba del brazo a la infanta doña Luisa, que iba de blanco, con diadema, collar y joyas de brillantes y perlas; el príncipe Juan Jorge de Sajonia, de frac, daba el brazo a la duquesa de Guisa, de blanco y joyas de brillantes; el príncipe Pedro de Orleáns Braganza, de frac con la infanta doña Isabel, que lucía vestido de corte de tisú de plata con diadema y joyas de brillantes y esmeraldas; el infante don Jaime, de maestrante de Sevilla, daba el brazo a la princesa de Sajonia; el Infante don Alfonso de Borbón, de gala de Húsares de la Princesa con la infanta doña Beatriz con traje de corte de tisú de plata y joyas de brillantes; el infante don Luís Alfonso, de Ingenieros, con la infanta doña María Cristina, ataviada de lo mismo que su augusta hermana; el infante don José Eugenio, también de Ingenieros, daba el brazo a su hermana la infantita doña maría de las Mercedes, que figuraba por primera vez en una comitiva regia, que se ataviaba con vestido de corte de tisú de plata y joyas de brillantes; el infante don Fernando de uniforme de gala de Lanceros daba el brazo a su augusta esposa la infanta María Luisa, que llevaba vestido de corte de tisú de plata y joyas de brillantes; el infante don Alfonso de Orleáns, de uniforme de gala de aviación, con su augusta madre la infanta doña Eulalia, que iba de blanco con adornos de encaje, broche, collar, diadema y joyas de brillantes y esmeraldas; el príncipe don Rainiero, de Húsares de la Princesa, con la infanta doña Beatriz de Orleáns, también de blanco y joyas de brillantes; el príncipe don Carlos de Borbón, de Maestrante de Sevilla, con la princesa Elizabeth de Orleáns Braganza que se ataviaba con vestido color verde claro y joyas de brillantes; el conde Adam Zamoyski, de frac, daba el brazo a la princesa Rainiero, que llevaba vestido color violeta; el príncipe Román Sanguzko, de frac, con la princesa Isabel de Orleáns Braganza que iba de verde; el conde Enrique Grosholski de uniforme, con la condesa Rosa Brzozososka, que llevaba lindo vestido color ladrillo y el conde Ladislas Sobanski con la condesa Adam Zamoyska, de malva.
Inmediatamente después, las condesas Teresa y Ladislas Sobanska, princesas Dolores, mercedes y esperanza de Borbón, Infante D. Juan de soldado de Ingenieros, infante don Gonzalo de soldado de Infantería con el emblema del Regimiento del Rey y el príncipe d. Ataulfo de Orleáns.
A continuación iban la Camarera Mayor de Palacio, duquesa de San Carlos, con las damas de la Reina, marquesa de Santa Cristina, de guardia con la Reina; marquesa de Camarasa, con la infanta doña Luisa; marquesa de Argüelles, con la infanta doña Isabel, marquesa de Miraflores con la infanta Doña Beatriz; duquesa de Lécera con la infanta doña Cristina; condesa de Villagonzalo con la infanta doña María de las Mercedes; duquesa de Santa Elena con la Infanta doña María Luisa; marquesa de Villanueva y Geltrú, con la infanta doña Eulalia y marquesa de Argüeso con la infanta doña Beatriz de Orleáns; Damas particulares de Su Majestad y Altezas, ayas de las princesas, el duque de Lorge, la condesa de Villeneuve Borgemont; el ayudante del Rey, comndante Gallarza, profesores del príncipe y de los infantes, ayudantes de los infantes, y oficial mayor de Alabarderos señor Feduchi.
También iban en la comitiva los mayordomos de semana, condes de Santa María de Paredes, de Sizzo Noris y de Biñasco, D. Alfonso Herreros de Tejada, D. Alberto López Valdenebro y D. Luis María Narváez.
La comitiva regia entró en el templo a los acordes de la marcha nupcial de Lohengrin de Wagner, interpretada por la Real Capilla, dirigida por el Maestro Saco del Valle.
Los novios y Sus Majestades, ocuparon unos reclinatorios en el presbiterio frente al altar mayor. Este se hallaba preciosamente adornado con alhelies blancos, claveles, azucenas y lilas, y a los lados lindas palmeras.
En el lado del Evangelio ocuparon puesto los testigos de la novia, que eran el Príncipe de Asturias y los infantes D. Jaime, D. Alfonso de Borbón, D. Fernando de Baviera y D. Alfonso de Orleáns, y en el de la Epístola, los del novio, príncipe D. Raniero, Ministro de Polonia Sr. Perlowski, conde Adam Zamoyski, príncipe Román Sanguszko y conde Grocholski.
En los sillones colocados en dos hileras frente al altar mayor tomaron asiento todas las personas de la Familia Real y de la familia del novio; en un largo banco, el presidente del Consejo, marqués de Estella; Ministro de Justicia y Culto, Jefes de palacio, gentileshombres, damas y séquito extranjero y en otro, detrás, damas particulares, ayudantes, profesores y oficial mayor de Alabarderos Sr. Feduchi.
En el lado del altar de la Encarnación ocuparon puesto los invitados particulares, entre los que se hallaban el duque de Sotomayor, representando a la Maestranza de Zaragoza; marqués de Alientos, representante de la de Sevilla; marqués de Hoyos, Alcalde de Sevilla; Sr. Díaz Molero; alcalde del Alcázar de Sevilla Sr. Gavira; la condesa de Heredia Spínola, el consejero de la Legación de Polonia y el director general de los Registros.
Los mayordomos se situaron al pié del altar mayor a la derecha.
En el altar mayor se había colocado una hermosa imagen de la Purísima Concepción, adornada con preciosos ramos de flores blancas y en el lado derecho del tabernáculo un cuadro de oro con la imagen de la Virgen Negra, Patrona de Polonia.
Toda la Familia Real y personalidades del séquito, hallaron en sus puestos un ejemplar del libro conteniendo el ceremonial religioso.
El cardenal primado (lo era entonces Don Pedro Segura y Sáenz), revestido de pontifical, auxiliado por los diáconos de honor, D. Gonzalo Morales de Setién y D. Juan Zaragüeta; capellanes de mitra, D. José García Armesto; de báculo, D. Juan Francisco Morán; y de libro, D. José Suárez Guanes, procedió con el ceremonial acostumbrado a la bendición de los contrayentes.
Las arras consistían en trece onzas peluconas de oro.
Terminada la ceremonia, los novios y sus augustos padrinos bajaron del altar, ocupando cuatro reclinatorios frente al mismo, y enseguida dio comienzo a la misa rezada, por el cardenal primado.
Los testigos ocuparon sus respectivos puestos entre la concurrencia; poco antes de la oración dominical le fueron colocados a los augustos contrayentes el velo y el yugo.
Durante la misa, la Real Capilla interpretó el Largo religioso de Haendel, el Ave María de Goicoechea, a cuatro voces, Albumblatt, de Wagner y el Panis Angelicus de César Frank, también a cuatro voces.
Terminada la misa, el cardenal primado dedicó a los nuevos esposos una elocuentísima y sentida plática ensalzando las grandezas del sacramento del matrimonio.
Dedicó un recuerdo a S.M. la Reina maría Cristina que con su muerte ha proporcionado honda pena a todos y al pueblo español en estas horas en que los contrayentes ven cumplida su satisfacción al unirse en indisoluble y amoroso lazo.
(…) Enseguida la comitiva nupcial salió del templo, yendo en primer lugar los desposados, a los acordes de la marcha nupcial de Sueño de una noche de verano de Mendelssohn.
En el corto trayecto que recorrió la comitiva por la galería, la banda de Alabarderos interpretó la marcha nupcial de Pérez Casas.
Inscripción del matrimonio civilLa comitiva se dirigió al Salón de Gasparini, donde, constituido el Ministro de Justicia, en funciones de encargado del Registro Civil, acompañado del director general de los Registros, en funciones de secretario, procedió a extender el acta de inscripción del matrimonio civil, que fue firmada por los contrayentes, los padrinos y los testigos que antes actuaron en los desposorios religiosos.
Terminado el breve acto, Sus majestades y Altezas se retiraron a sus habitaciones.
El banqueteEn el comedor de diario se celebró a la una de la tarde, el banquete de boda. La mesa ocupada por los novios y la Familia Real se hallaba artisticamente adornada por preciosas flores blancas.
Los puestos de esta mesa fueron ocupadas en el siguiente orden:
Derecha de S.M. el Rey: infanta doña Isabel Alfonsa, conde Juan Kanty Zamoyski, infanta doña Luisa, infanta doña María de las Mercedes, infante don Fernando, princesa Elizabeth de Orleáns, príncipe Roman Sanguzko, condesa Adam Samoyzka y conde Ladislas Sobanski.
Izquierda de S.M. el Rey: Condesa André Zamoyzka, Infante D. Carlos, infanta doña Isabel, cardenal primado, infanta doña María Luisa, infante D. Alfonso de Orleáns, princesa Raniero, conde Adam Zamoyzki, condesa Teresa Zamoyzka, y princesa María de las Mercedes.
Derecha de S.M. la Reina: príncipe de Sajonia, Duquesa de Guisa, príncipe de Asturias, infanta doña Beatriz, infante D. Luis Alfonso, infanta doña Eulalia, príncipe Raniero, princesa Isabel, ministro de Polonia, condesa Ladislas Sobanska.
Izquierda de S.M. la Reina: príncipe D. Pedro de Orleáns, princesa de Sajonia, infante D. Jaime, infanta doña Cristina, infante D. José Eugenio, infanta doña Beatriz de Orleáns, príncipe D. Carlos, condesa Rosa de Brzozososka, conde Grocholski y princesa doña María de los Dolores.
En otra mesa, instalada en el inmediato salón de armas, que fue presidida por el duque de Miranda y la duquesa de San Carlos, ocuparon puesto el consejero de la legación de Polonia, duquesa viuda de Santo Mauro, duque de Lorge, condesa de Velleneuve Bargemont, dama particular de la Reina, damas particulares de la infanta doña Isabel, de la infanta doña Beatriz, marquesa de Aguila Real y de la infanta doña Luisa, señora de Urcola; ayudante de guardia, señor Gallarza, profesores del príncipe y del infante D. Jaime, ayudantes del infante D. Alfonso de Borbón, del infante D. Fernando y del infante D. Carlos, Sr. Aramburu: oficial de ordenes del infante D. Alfonso de Orleáns, Sr. Santamaría y oficial de Alabarderos de guardia.
La comida se sirvió con arreglo a la siguiente lista:
Soupe Henri IV
Oeuf feuillantine
Chapon au riz, sauce jaune
Longe de veau au beurre
Pomes de terre – Petits pois
Jambon d´York a la gèlé
Macedoine des fruits au sorbet
Biscuit chantilly
Vinos : Jerez oloroso Rivero, Rioja clarete 1901, C.V.N.E. Champagne Pommery_Grèno
En el momento de firmar S.A. la infanta doña Isabel Alfonsa el acta de matrimonio civil, el ministro de Justicia entregó a Su Alteza una preciosa cartera de piel, de gran tamaño que en su interior consta de tres departamentos, destinados a guardar actas de nacimiento, matrimoniales y de defunción. En el interior irá también el historial de la nueva familia que se constituye.
Su Alteza la infanta doña Isabel ha regalado a su augusta sobrina un valioso broche antiguo de brillantes, zafiros y turquesas.
Ayer a las cuatro y media, marcharon a Granada en automóvil, la infanta doña Isabel Alfonsa y su esposo el conde Zamoyski.
Efectuan el viaje solos, en el magnífico automóvil que les ha regalado Su Majestad el Rey, yendo en el volante el conde.
Fueron despedidos en el vestíbulo de las habitaciones de Génova por sus augustos padres y hermanos, la duquesa de Guisa y demás personalidades.
Seguramente se detuvieron a hacer noche en una de las poblaciones del trayecto.
Hoy en el expreso de Andalucía, regresarán a Sevilla la infanta doña Luisa con sus hijos y en el sudexpreso saldrán para Biarritz la condesa Zamoyska con los suyos.
El infante D. Carlos marchará a Cannes en el expreso de Barcelona.
La duquesa de Guisa saldrá de Madrid mañana lunes.