Estoy segura de que hay muchísima gente que les quiere de verdad en el País Vasco y en Cantabria. Personalmente, comprendo la necesidad de la actual familia real de tener un "lugar de vacaciones" dónde se sienten bien recibidos, bien acogidos y a gusto. Pero me gustaría que no acudiesen siempre a Mallorca. Sin duda, su presencia allí ha sido tan beneficiosa para Mallorca como lo fue, antaño, la presencia de Isabel II, la regente María Cristina y Alfonso XIII & Ena en la cornisa cantábrica. Pero pienso que España está llena de sitios emblemáticos, tradicionalmente vinculados a la realeza, que también se deberían utilizar alguna vez. Me vienen a la cabeza el real sitio de Aranjuez o La Granja de San Ildefonso, claro...
He dicho a menudo aquí que me hubiese encantado que los bautizos de las dos pequeñas infantas se hubiesen celebrado en esos entornos, en los jardines de Aranjuez y de La Granja. ¡Cuánto hubiese disfrutado la gente de esos lugares, aguardando en las inmediaciones de los palacios la llegada de la familia para unos eventos que cuentan, invariablemente, con gran difusión mediática! Aranjuez y La Granja son dos auténticas maravillas, quizá pensemos que no necesiten "más promoción", pero, en realidad, ese "plus" de "presencia en los medios" nunca viene mal