Castillo de Buchlov , Bohemia
El Castillo de Buchlov es uno de los castillos más antiguos de Moravia . Originalmente fue un castillo real de estilo gótico-renacentista de la primera mitad del siglo XIII. Parte de los interiores está reformada en el estilo barroco. Entre las dependencias de este castillo destacan: la Galería, la exposición histórica de inauguración, la Capilla de estilo gótico tempranero, la cocina negra, la biblioteca, la Sala de caballeros, habitaciones habitables, etc… con colecciones del gótico tempranero hasta el siglo XIX. Contiene colecciones de ciencias naturales, un monumento del médico Z. Berchtold y botánico B. Brechtold. El Museo fue fundado ya en el año 1848 por los hermanos Brechtold. En la capilla de Santa Bárbara ese encuentra el sepulcro familiar de los dueños del castillo.
Situado en la cima de un cerro boscoso, el imponente castillo de Buchlov, es uno de los más importantes de Moravia. La leyenda dice que Buchlov fue sede de los templarios, pero los historiadores consideran que fue fundado en la primera mitad del siglo XIII como castillo real para proteger el estratégico camino que cruzaba los boscosos cerros de Chriby.
En Buchlov se sucedieron varios dueños. La última familia aristocrática- los Berchtold- abandonó Buchlov en 1945 cuando el castillo fue nacionalizado. Sin embargo, a lo largo de los siglos y pasando por alto el cambio de dueños, por los pasillos y aposentos del castillo deambula un fantasma: la Dama de Negro de Buchlov. La leyenda dice que se trata de Hildegarda, hija de uno de los Liechtenstein, dueños de Buchlov durante el reinado de Venceslao IV. Por cometer un acto indecoroso, Hildegarda fue condenada a deambular después de su muerte eternamente por el castillo. Cuando la Dama de Negro aparecía, en pos de ella venía la muerte para segar la vida de un señor de Buchlov.
A finales del siglo XVI el fantasma de la Dama de Negro se le apareció al dueño de Buchlov, don Enrique. Poco tiempo después lo encontraron muerto asesinado de una estocada en los tupidos bosques que rodeaban el castillo. El arma utilizada para cometer el crimen pertenecía al propio noble asesinado. El angosto estoque se guarda en las colecciones del castillo, pero hasta hoy en día no ha ayudado a revelar el misterio de la muerte de D. Enrique de Buchlov.
En aquel entonces existían cinco versiones sobre el asesinato de D. Enrique. Una de ellas suponía que el noble habría sido víctima de uno de los hombres de su comitiva. D. Enrique lo había condenado a la pena capital por alguna transgresión, pero el hombre se salvó de la muerte al recurrir al llamado "tilo de la inocencia".
Fue así: el reo pidió al pie de la horca que le permitieran probar su inocencia a través de una especie de juicio de Dios: plantaría un joven tilo seco con las raíces al aire y la copa en la tierra y si el arbolito se cubría de hojas verdes ello sería la prueba de su inocencia. En menos de un día brotaron en el tilo hojitas verdes. Y según la leyenda, es el mismo tilo que crece en el patio del castillo. El reo llamado Vlcek salvó su vida, pero indudablemente tenía motivos de sobra para vengarse y asesinar posteriormente a D. Enrique de Buchlov.
La Dama de Negro que se había aparecido a D. Enrique de Buchlov antes de su asesinato, anunciaría la muerte de los señores de Buchlov también en las centurias posteriores.La leyenda afirma que en enero de 1768 ignoró la misteriosa advertencia la noble María Teresa de Berchtold. Salió a cazar y pereció al caer del caballo.
Y en el verano de 1809 fue una vez más la Dama de Negro la que anunció la muerte de uno de los más notables propietarios de Buchlov, Leopoldo I de Berchtold. Los historiadores lo consideran como uno de los mayores humanistas checos de las postrimerías del siglo XVIII y principios del XIX.
Los Berchtold reunieron en el castillo de Buchlov notables colecciones. El propio D. Leopoldo recorrió una considerable parte de Europa, África del Norte y Asia Menor. El aristócrata se interesaba por los temas relacionados con la salud pública y su obsesión era el estudio de los métodos de resucitación de los aparentemente muertos.
D.Leopoldo tenía para ello sus motivos personales. Su hermano mayor Mauricio fue sepultado en la ciudad de Brno sin estar en realidad muerto. Cuando después de algún tiempo abrieron la cripta, encontraron el féretro abierto y el cadáver yacía en el suelo, señal de que Mauricio de Berchtold había sido sepultado todavía con vida.
D.Leopoldo hizo un notable aporte a la sanidad en las tierras checas: propagaba la vacunación, escribía artículos sobre la prevención de las enfermedades y participaba en la creación de centros de primeros auxilios.
El recuerdo traumatizante de su hermano Mauricio llegó a ser fatal para Leopoldo de Berchtold. En 1809 se contagió de tifus al tratar de resucitar a un soldado con la respiración de boca a boca, y a los pocos días falleció.
Leopoldo de Berchtold y su hermano menor Federico trajeron de sus viajes muchas piezas curiosas que forman el núcleo de las amplias colecciones mineralógicas, zoológicas, botánicas, antropológicas y arqueológicas que se guardan en el castillo de Buchlov. Se encargó de ordenarlas en el siglo XIX Segismundo I de Berchtold, quien también instaló en los recintos del castillo una pieza extraordinaria: una momia egipcia.
Quien entrase en el aposento en el segundo piso del castillo tenía la impresión de encontrarse en el interior de una tumba del antiguo Egipto. Todo indica que el aposento se destinaba desde siempre para finalidades fúnebres al servir para los velorios. La leyenda cuenta que precisamente de una pared de este "aposento de los fantasmas" sale la Dama de Negro de Buchlov para dar su lúgubre advertencia.
El Castillo de Buchlov cuenta con una riquísima biblioteca de 10 mil volúmenes. Un lugar especial corresponde a las obras sobre demonios, magos y la magia negra. Y es que en la Edad Media eran juzgadas en Buchlov la personas sospechosas de practicar la brujería.
De las curiosas colecciones del castillo de Buchlov hay que destacar dos jarras de cristal renacentistas. En el acto de bienvenida el huésped debía apurar la jarra de un golpe. A las visitas deseadas se les servía un vino ligero mientras que a las desagradables un vino fuerte. En la jarra caben dos litros de bebida de manera que era una treta muy eficaz para dejar fuera de juego a un huésped indeseable.
Otra aparición de este antiguo Castillo de Bohemia es la de un antiguo propietario del castillo, que cuenta y recuenta su dinero durante toda la noche. Cada vez que está a punto de terminar, comete un error y tiene que empezar de nuevo. La Leyenda cuenta que durante su vida, tomó prestado una gran suma de dinero de los Caballeros Templarios y en lugar de devolverla, los asesinó uno a uno durante un banquete de Navidad en el castillo.