legris escribió:
otra más.
Ohhhh, qué tierno. Una lástima que no me hayan invitado a la degustación de tartas infantiles, jajajaja. La verdad es que una cosa que me encanta, mejor dicho ME ENTUSIASMA, de las monarquías nórdicas, es que no son nada cicateros a la hora de compartir momentos especiales de sus retoños. Y eso tiene un gran valor, porque la gente común y corriente se encariña con los niños reales cuando siente que forma parte, de alguna manera, de su crecimiento, asistiendo no sólo a los grandes momentos -nacimiento, bautizo...- sino también a los pequeños grandes momentos -un soplar la tarta de cumpleaños, un ponerse los primeros patines, cositas así...-. Para mí un ejemplo extraordinario es Victoria de Suecia. Los suecos, en general y sin entrar en particularidades, adoran a "esa chica tan dulce", pero es que la han visto desde niña casi constantemente, celebrando Santa Lucía, preparando pasteles en la cocina por Navidad, festejando cada cumpleaños, reconociendo la dislexia o el problema con la anorexia nerviosa, etc. Y eso es muy pero muy importante, crea un vínculo emocional.
Riquísimos los niños daneses, parecen -y espero que sean- unos chiquillos muy risueños y felices.