Pero nuestra viuda alegre (dicho sea con todo el cariño
, porque realmente me está cayendo muy bien el personaje a medida que lo estoy descubriendo), nuestra viuda alegre se fue apagando… Hacia 1913 su salud comenzó a declinar y hubo de apartarse de la vida social. Y finalmente a la duquesa se le acabó la marcha un día de primavera de 1916. El cortejo fúnebre, por cierto, estuvo a punto de transformarse en un circo… A la carroza-estufa (el típico carruaje fúnebre acristalado que todos hemos visto alguna vez) acompañaban, abriendo la comitiva, la Guardia Municipal montada, 250 niñas de la inclusa, 50 religiosas, la servidumbre de la difunta, todos ellos con velas encendidas. Seguían dos presidencias del duelo, que para eso era Grande de España; la primera para la Familia Real, de la que no asistió nadie, si bien quedaron representados por diversos aristócratas tanto los Reyes, como la Reina Madre, y media docena de infantes. La segunda presidencia la componían el confesor de la duquesa, el ex Presidente Dato y la familia más cercana. Sumábase al cortejo una legión de amigos, allegados y deudos, y cerraban la comitiva los vehículos, dos de la Casa Real (“dos coches ‘de París’
, de media gala), y el resto de carruajes y automóviles… Bueno, ha sido un cortejo un poco largo
pero me ha parecido curioso detallarlo… ¿Y por qué estuvo a punto de acabar todo como el rosario de la Aurora? Pues porque el sepelio fue un 1 de mayo, y como era de rigor medio Madrid se había echado a la calle para protestar por la causa obrera, y “
de la Puerta del Sol siguió la manifestación por la calle de Alcalá y allí se encontró con el entierro de la duquesa de Bailen, y como los guardias que iban abriendo la marcha intentaran desviar a un lado a varios cocheros de punto, se promovió un pequeño alboroto, seguido de gritos y silbidos”… pero no preocuparse, que no pasó ná…
Invernadero. Foto: Juanjo para Urbanity
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"Buscad la Belleza, es la única protesta que
merece la pena en este asqueroso mundo"
(R. Trecet)