El segundo palacio, el de los condes de la Vega del Sella, está situado en la localidad de Nueva, en el concejo asturiano de Llanes.
Los inicios de esta construcción se hallan en la torre de los Aguilar de San Jorge (San Xurde para nosotros), de la cual se conservan muros medievales encastrados en la globalidad del palacio y formando su elemento nuclear. Documentada ya en 1032, fue propiedad de los Estrada, alcaides del castillo de Llanes y posteriormente condes de la Vega del Sella a partir de 1647. Remodelada posiblemente en el siglo XIV, la torre, de planta cuadrada, muestra un volumen estructurado en dos pisos y sótano, en el que se empleó sobre todo mampostería, dejando el sillar para su utilización en las esquinas. Las almenas, rehechas en parte, se contemplan sobre el muro norte.
La fachada principal del edificio es de tan sencilla apariencia que solamente se acierta a situarla entre los siglos XVI y XVII, tras reparar en la simétrica distribución de sus vanos. Sobre la portada aparecen los emblemas del linaje, apreciando un águila bicéfala coronada que se corresponde con las armas de Duque, las de Estrada se manifiestan con tres fajas cargadas de siete armiños. A Fernán Duque de Estrada Equino le fue concedido el titulo de conde de la Vega del Sella en 1647, siendo el más famoso de los detentadores del titulo su descendiente Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín (1870-1941 ), que es bisabuelo paterno de Simoneta Gómez-Acebo.
![Imagen](http://img190.imageshack.us/img190/870/duqueb.jpg)
Este señalado personaje, pasó a los anales de la cultura asturiana y española en función de los importantes trabajos realizados dentro de la investigación prehistórica. Previamente se había dedicado a la política alcanzando la presidencia de la Diputación Provincial.
Llevó a cabo excavaciones arqueológicas en varias cuevas entre las que sobresalen las de Balmori, Buxu, Cueto de la Mina, Morín, El Penicial, y La Riera, habiendo publicado estudios a ellas referidos; otro tanto ocurrió con la investigación dedicada a las pinturas de Peña Tu y a los dólmenes de Santa Cruz y Allande.
El conde de la Vega del Sella fue una inquieta personalidad cautivada por otras muchas disciplinas entre las que descubrimos la agronomía, la pesca, la caza, la geomorfología, la climatología y, muy particularmente, la botánica.
El palacio de Nueva de Llanes se inscribe dentro de una finca que tiene una extensión aproximada de once hectáreas, dentro de las cuales se halla delimitado un maravilloso jardín que cuelga en dos mil metros cuadrados. Ricardo Duque de Estrada encargó el diseño al jardinero francés Ducasse. Dicho especialista galo ubicó en estos terrenos, cercados por altos muros, una grandiosa selección de especies arbóreas de las denominadas decorativas, siguiendo las propuestas del conde, y lográndose, tras el paso de los años, un resultado de arrebatador encanto.
El palacio en dos plantas se estructura en torno al patio y la torre medieval. La mayoría de palacios rurales en Asturias dedican una parte, generalmente la planta baja, a usos agropecuarios: cuadras, bodegas, establos, almacenes, etc. En este caso, el palacio está pensado enteramente para uso residencial, y acoge en su planta baja la capilla, integrada dentro de la casa, además del comedor y diversas dependencias. Actualmente alberga un museo privado de diplomática asturiana, memorias y restos arqueológicos salidos de las excavaciones llevadas a cabo por el insigne prehistoriador Ricardo Duque de Estrada.
Y como siempre tenemos unas estupendas fotos del interior gracias al blog Asturias por Descubrir.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.