Ami me da pena que el gran amor que Brahms sentia por Clara no culminara por el gran amor a de ella a su marido (estamos en pleno romanticismo).Hay un poema del poeta contemporáneo, Jose Hierro ,dedicado a ellos hermosísimo.Brahms, Clara Schumann
Eres mi amor, Paula, mi amor. Clara quise decir.
Y cuánto tiempo Paula, digo Clara, sin ti y sin mí.
Las diligencias parten sin ti y sin mí.
Y a ti te llevan hacia el norte, hacia el pobre Robert, a mí, hacia el sur,
contigo, hacia el sur, donde ya no estabas, donde nunca estarías.
Ahora he tomado el tren para decirte adiós.
Y sueño, sueño mío.
(...)
No queda nadie ya que pueda perdonarte,
Que pueda perdonarme, perdonarnos.
Nadie que pueda rescatar los besos que se pudren sobre Robert y su locura piadosa.
Ahora que voy a ti, a encontrarte en la aduana de la muerte, pienso,
Clara, amor mío, que cuando nos besábamos era a Robert a quien besábamos,
Al engañado hijo de nuestro amor.
Él murió un día. Su esposa, tú, amor mío, Clara, también has muerto ahora.
Yo tomé el tren para encontrarme en la frontera para decirte adiós desde el lado de acá de la muerte, amor de mi vida.
(...)
Ya nunca llegaré a tu lado.
Puede ser, amor mío, que no te amara ya,
que no te hubiese amado nunca, que sólo hubiese amado a mi propio amor,
al amor que te tuve, Clara, amor mío
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