Como parece que el tema abierto sobre el palacio sevillano de los Ponce de León resultó interesante, también puede serlo hacer un repaso de algunos otros palacios y casas-palacio de la capital andaluza, sobre todo los menos conocidos, pues sobre los más famosos (Pilatos, Dueñas, San Telmo, Alcázar...) ya hay mucho escrito, lo cual no quiere decir que no sea oportuno, en su momento, tratar sobre ellos.
Si os parece podemos empezar por una casa-palacio muy conocida en Sevilla, pero apenas fuera de ella: la casa de los Pinelo, uno de los prototipos de la mansión renacentista sevillana.
![Imagen](http://3.bp.blogspot.com/-inT33d6fNqw/TuCQ9tktFZI/AAAAAAAASPw/TIvc5JFCY_k/s640/DSC02676.jpg)
Para ponernos en situación, habría que resaltar que durante los siglos XVI y XVII, Sevilla fue la ciudad más rica de España, cuando España era el Imperio más poderoso del mundo. A la importancia histórica que ya tenía se añadió la inmensa riqueza que supuso el ser la capital española del comercio con las Indias, lo que la convirtió en una ciudad opulenta (igualito que ahora...), foco de atracción para desarrollar todo tipo de actividad económica.
Ya desde la Baja Edad Media, pero sobre todo a partir del Descubrimiento, van asentándose en la ciudad familias procedentes de toda Europa, principalmente flamencos e italianos, y sobre todo estos últimos, que se enriquecen con la banca y el comercio con ultramar, que tratan de asimilarse a la vieja nobleza sevillana de la Reconquista y en muchos casos terminan entroncando con ella.
Es el caso, por ejemplo, de los Pinelo. El primero de ellos fue don Francisco Pinelo, un rico comerciante genovés que, tras vivir un tiempo en Valencia donde ejerció como agente de la banca de Génova, se trasladó a Sevilla al menos desde 1478. Aquí residió hasta su muerte y obtuvo importantes cargos municipales, siendo nombrado Jurado y Fiel Ejecutor en 1488 por orden real.
Pinelo estableció fuertes lazos con la aristocracia local y con Cristobal Colón, a quien le unió una gran amistad. En 1492 prestó la importante suma de 8 millones de maravedíes a los Reyes Católicos para financiar la guerra de Granada, y en 1493 realizó otro préstamo de un millón de maravedíes destinado a cubrir los gastos del destierro a África de Boabdil, último rey musulman de Granada.
También participó activamente en la gestación de la Casa de la Contratación en Sevilla. Cuando este organismo fue creado por la reina Isabel la Católica en 1503, se instituyeron tres cargos para asegurar su gestión: un contador, un factor y un tesorero. Pinelo fue nombrado factor, puesto considerado el principal de la institución, teniendo entre sus funciones realizar todas las compras de cualquier género destinadas a Indias por la Hacienda Real y el resguardo aquellas mercancías que procedentes de América debían pasar a la Real Hacienda, excepto el oro, plata y piedras preciosas que quedaban bajo la jurisdicción del tesorero.
Se casó con Doña María de la Torre, tuvo dos hijos legítimos: Jerónimo Pinelo y Pedro Pinelo, ambos canónigos de la Catedral de Sevilla y otros 3 hijos nacidos fuera del matrimonio, aunque reconocidos: Don Cristobal, Don Luis y Don Juan Bautista Pinelo.
Está enterrado junto a su esposa en la Capilla del Pilar de la Catedral de Sevilla