Será que el resfriado que tengo en "to lo arto"
me ha vuelto "espesito", pero no me aclaro con las cuentas. Confusión total. La dotación total a la Casa del Rey baja en un 4% respecto al ejercicio anterior y, al mismo tiempo, el rey y el príncipe, como el resto de funcionariado y trabajadores públicos, recupera la paga extra que, por voluntad propia, en el ejercicio anterior renunciaron por real empatía con el resto del sector público. ¿No? Y, ¿en dónde se aplica exactamente el recorte del 4%?
La verdad es que esto para los periodistas no se puede dejar pasar. Relacionar ahí conceptos: Familia Real, sus sueldos, cifras astronómicas (en bruto y anuales) en la situación actual es un cóctel muy suculento a ellos que les encanta avivar el popular enfado en una situación como la que vivimos. Jugar a las medias verdades, a marear la perdiz, a aprovecharse de la ocapa situación de las cuentas reales y de la confusión general que hay sobre el tema. Periodísticamente es muy atractivo, y en una portada, con lo en boca que está la Monarquía últimamente, queda chachi, no me digáis que no.
La verdad que a mí también me gustaría un gesto de esos populistas, esos que ahora con los sentimientos a flor de piel de la sociedad, de los que calan. ¡¡Anunciar a bombo y platillo una renuncia voluntaria y temporal de las asignaciones a la Real Familia!! España, autodenominada mayoritariamente 'juancarlista' aunque ahora tenga una ceja levantada en cuanto se le viene la imagen del monarca, caería de nuevo a sus reales pies. Pero, ¿sería factible? Yo creo que no. Por más que quisieran, quién sabe, lo mismo realmente es lo que quieren, pero eso tiene que pasar por el filtro, sumamente importante, del Gobierno de la nación; algo que, por lógica, no pueden aceptar porque sería dejarles en evidencia ante tamaño gesto de empatía con el populacho que tan harto está de pagar facturas con denominación de origen Crisis Económica. Además que, aunque muy popular, se vería como una especie de "ataque" a la clase política, esa clase política que le rindió una larguísima ovación casi en pleno en la apertura de la actual Legislatura, en un momento delicado para la figura del rey tras su tropezón, en doble sentido, africano, algo que fue sorpresa para todos y nos recordó la enorme importancia de su figura para con la democracia española. ¿Sería prudente provocar ahora algunos enfados entre aquéllos ante una real 'colleja' de tamaño impacto? Y con un asunto tan delicado, como es el parné, y que los políticos tratan de torear como pueden cuando se les pone en cuestión sus supuestos privilegios y, para muchos, altísimas retribuciones no acorde a los tiempos.
Tema complicadísimo.
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Verdad y razón nunca envejecen.