«Os garantizo que el Rey no tiene pensado abdicar» Javier Ayuso, en el Máster de ABCTitulado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, Javier Ayuso ha experimentado las dos caras de la profesión. Atesora veinte años como periodista, hasta que, tras su jubilación, acabó aceptando uno de los retos más inesperados de su vida cuando el jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, Rafael Spottorno, le propuso volver al servicio activo como director de comunicación.
Cuenta que llegó a su despacho en el Palacio de la Zarzuela con mucha ilusión. Iba avisado. Sabía que de no apagar los pequeños fuegos que acechaban a la institución se podría desatar un incendio. Pero no de las dimensiones que acabó cobrando en el año que lleva en el cargo. Lo cumplió en febrero. Confiesa que no fue «contratado por monárquico, sino como experto en comunicación». Pero, entre risas, reconoce: «Realmente lo que soy es un bombero».
Como no podía ser de otra manera, dado el estado de las cosas, el portavoz de la Casa Real es sometido al fuego graneado de los alumnos. No todo puede ser transcrito. En el orden de las prioridades del día no podía obviarse el asunto de la abdicación. «Os garantizo que el Rey no tiene pensado abdicar», sentencia.
Admite que se han contemplado todos los escenarios posibles, pero que Su Majestad «se encuentra en plenas facultades. Ahora ha ido a que le reparen el chasis, pero el motor está bien». Es muy prudente a la hora de considerar la abdicación: «Sentaría un precedente peligroso, y si lo hace en plena crisis le dejaría el problema a su hijo. Además, ¿es conveniente abrir un nuevo problema tal y como está la situación?», se pregunta apelando al sentido común, un rasgo que le caracteriza.
Javier Ayuso describe los tres ámbitos bien diferenciados que ha de atender en la Casa del Rey: el Rey, el Jefe del Estado y la Familia Real, con sus distintos elementos externos. «Yo he sido contratado para todo». Reconoce que la parte más ardua es «la familia». De todos los sectores con los que el Rey se relaciona, el militar es sin duda donde se siente como pez en el agua: «Es donde se encuentra más a gusto, en su papel de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas».
Se aprecia en sus palabras su simpatía y confianza hacia el futuro heredero, de quien lamenta que no tenga una función expresamente recogida en la Constitución. Es cierto que no tiene la campechanía de su padre, pero eso no lo ve como un defecto, y en cualquier caso es consciente de que cuando llegue al trono será sometido a un «escrutinio exhaustivo». Pero «está sobradamente preparado». Ayuso es de la opinión de que el hecho de haberse casado con Letizia Ortiz «ha sumado, más que restado», y ha acercado más al Príncipe al pueblo español.
Javier Ayuso tiene un plan
Cuando salta al ruedo el caso Urdangarín y la Infanta Doña Cristina, el responsable de Prensa de La Zarzuela no se atreve a descartar ni a vaticinar nada, pero critica la forma en la que se ha llevado el asunto. También estima que «por ser quien es», el marido de la Infanta está siendo sometido a una verdadera «cruzada» por parte de los medios: «Ya ha sido juzgado y condenado». Y le descorazona que «al día siguiente de haber hecho una declaración ante el juez aparezcan sus palabras en todos los periódicos». Para Javier Ayuso, Iñaki Urdangarín «está en una situación de total indefensión jurídica».
Como buen comunicador, Javier Ayuso tiene un plan: mejorar la imagen externa de la Casa Real. Pero como las cosas de palacio van despacio, y por cautela, prefiere no internarse en el zoco de las redes sociales. «Somos lanzados, no suicidas», afirma irónicamente. A su iniciativa se debe la reforma de una página web que ha tenido una buena acogida, como el canal en Youtube. En la web de la Casa Real se deja clara la línea de la Corona: El Rey, su hijo y la nieta.
Tiene presente que hay dos puntos estratégicos, los jóvenes y algunos sectores del panorama nacional: «Estamos preocupados porque las encuestas dicen que la gente joven tiene una gran desafección por la Monarquía». Por ello en la Agenda Real hay muchas actividades y se hace verdadero hincapié en la Fundación Príncipe de Girona, a la que Don Felipe dedica muchas horas a la semana. Ayuso quiere dar una «capa de chapa y pintura» a la institución y espera que, además de a través de los medios, la información de la Casa Real llegue a los ciudadanos directamente a través de la web, sin intermediarios. No deja puntada sin hilo, y se atreve con las comparecencias televisivas de Don Juan Carlos –«el programa con Hermida se entendió mal. No era una entrevista, sino una conversación»— e incluso a renovar el «oxidado esquema» del mensaje de Navidad, más breve y mostrando una imagen más desenfadada del Rey, apoyado en su mesa, en vez de sentado tras ella. Aunque reconoce que para algunos no fue una idea acertada, e incluso alguien le comentó que el Rey «parecía un profesor progre de literatura americana».
A pesar de esta labor, aún queda mucho por hacer para este periodista metido «hasta la cocina» en el Palacio de La Zarzuela. Se lanzó un órdago con el perdón público de Don Juan Carlos tras el incidente de Botsuana, pero parece que no es suficiente. Para terminar cuenta que «muchas de las cosas que los españoles demandan son difíciles de alcanzar, pues el cometido del Rey está acotado por las palabras de dos artículos de la Constitución». Tras proponer, con un refrán muy castellano, dar «puente de plata» a la «entrañable amiga», se despide Javier Ayuso a las cinco y media de la tarde. Sus quehaceres palatinos le reclaman en la Clínica La Milagrosa. No podía imaginar que por si no fueran pocos los incendios a la mañana siguiente habría uno, si bien pequeño y sin mayores consecuencias, en el propio hospital. Un accidente. Nada grave para este periodista, director de comunicación, bombero voluntario.
http://www.abc.es/espana/20130307/abci- ... 71628.html