114 Cuadernos de Historia Moderna
2012, 37, 103-125Recetario en busca de dueño...
Laura Oliván Santaliestra y Rafaella Pilo
contenidos en esos preciados bijoux de senteurs visibles y tocables, dignos de los más
afamados maestros joyeros, se configuraban en una metáfora de la virtuosa apariencia
practicada por la nobleza. Perfume y joya simbolizaban la higiene moral, el prestigio
social y la alta condición por ello no es de extrañar que sus poseedores quisieran re-
presentar sus olores en sus retratos: Existen numerosos ejemplos54 como el retrato
de Clarissa Strozzi realizado por Tiziano en el que la niña se presenta con una poma
que pende de una cadena ajustada a su cintura, o los retratos femeninos de Barto-
lomé Bruyn en el que las manos de las retratadas sostienen con suavidad rosarios
enganchados a bellas pomas de filigrana55. Destaca igualmente la poma que cuelga
del vestido de Anne Fernely, retratada por Anthonis Mor van Darshorst en 156956. En
el siglo XVI los burgueses del norte de Europa se hicieron retratar con sus joyas de olor
significando así su situación de poder en el concejo de la ciudad de cuya salubridad eran
responsables, al respecto cabe destacar el retrato de Jan Gerritz Van Egmond, realizado
por Jacob Cornelisz Van Oostsanen en 1518, en el que el burgomaestre sujeta con los
dedos índice y pulgar de la mano derecha una poma dorada, unida al dedo corazón a
través de una corta cadena enganchada al dedo corazón57. La constancia del uso y re-
presentación de los más variados y hermosos “continentes” de perfumes, me inclina a
otorgar la categoría de tal a la joya en forma de pistola58 que pende de la cintura de doña
Inés de Zúñiga, obra de Juan Carreño de Miranda fechada en la segunda mitad del siglo
XVII; la delicada pistola que luce doña Inés bien podría haber servido para guardar
preciadas esencias, ya que es muy similar a le pistolet á parfum que se conserva en el
museo Cognac-Jay de la ciudad de París, una pequeña pistola que servía para contener
perfumes de finales del siglo XVIII y que es muy similar a la que aparece en el retrato
de Carreño. Sabemos que la joya en forma de pistola de doña Inés de Zúñiga no fue una
excepción, pues la hermana de la menina María de Sarmiento poseía una muy seme-
jante59 y que, adivinamos, utilizaría para los mismos fines aromático-representativos.
Los guantes perfumados, afamados en la corte de Madrid y en el extranjero, alcanza-
ron un prestigio similar al de las joyas de olor. Los guantes que realeza y personajes de
alta alcurnia lucen en sus retratos no podían ser sino “de olor”, esencias “visibles” para
el ojo barroco que identificaría la virtuosidad del personaje con el cuero perfumado que
enfundaba sus manos. Era la época en la que la
moda española de cultivar el aprecio
de los olores estaba en auge y no había sido todavía superada por la cultura francesa60.
54
Wentzel, h.: «Bisamapfel», Reallexikon zur Deutschen Kunstgeschichte, Zentralinstitut für
Kunstgeschichte, Stuttgart/Waldsee, 1948, pp. 770–774.
55
Véase: Retrato de una mujer con un rosario. Bartolomé Bruyn, Colonia, Siglo XVI. Museo de
Bellas Artes de Lille. Inv., p. 735.
56
Retrato conservado en el Rijsmuseum.
57
BiMBenet-PrivAt, op, cit, (nota 34) pp. 330-331.
58
Fuster Sabater sostiene que es «una curisoa joya en forma de pistola» fuSter SABAter, M.D.:
“Imagen auténtica e imagen
modificada: Cuando los cuadros desorientan al expectador”, Goya, 303
(2004), p. 368. Aunque no indica que sea de perfume, algo que me atrevo a sugerir.
59
ArBetetA MirA, l.: Grandes maestros del museo Lázaro Galdiano, Catálogo de exposición,
Fundación Pedro Barrié de la Maza, La Coruña, octubre 2003-enero 2004, p. 249.
60
cAMPoreSi, P.: Il brodo indiano. Edonismo e esotismo nel Settecento, Garzanti, Milano, 1998.