También un 4 de abril pero de hace 1.117 años moría el papa Formoso, en el año 896. Igual el nombre no os suena de nada, pero estoy segura de que su historia sí, o al menos el cuadro que Jean-Paul Laurens pintó de él en el siglo XIX
Durante su pontificado, el 30 de abril de 892, presionado por el emperador Guido de Spoleto, se vio forzado a coronar como emperador y sucesor al hijo de éste, Lamberto de Spoleto. Al papa Formoso no le gustaba esta familia y apoyaba claramente al rey alemán Arnulfo, a quien convence para que avance sobre Roma y libere el reino de Italia de la familia Spoleto.
Arnulfo atravesó los Alpes y asaltó Roma en febrero de 896, expulsando a Lamberto y siendo nombrado nuevo emperador por Formoso en el atrio de la Basílica de San Pedro. Poco después, el 4 de abril de 896, el papa Formoso fallece.
El mismo año de la muerte de Formoso, sube al trono pontificio Bonifacio VI con el apoyo de Lamberto de Spoleto, quien había vuelto a tomar el control de Roma al caer enfermo Arnulfo y verse obligado a abandonar Italia. Lamberto, junto a su madre Agiltrude, impulsa la realización de un juicio contra el Papa difunto, que no había apoyado a la familia Spoleto en sus reivindicaciones políticas. Nueve meses después de la muerte de Formoso, se exhumó su cadáver y se sometió a juicio en un concilio que reunió a tal fin y que ha pasado a la historia como el
Concilio cadavérico, Sínodo del terror o Sínodo del cadáver.En dicho concilio, celebrado en la Basílica constantiniana, se procedió a revestir el cadáver de Formoso de los ornamentos papales y se le sentó en un trono para que escuchara las acusaciones. La principal de las cuales fue que siendo obispo de una diócesis, la de Porto, la había abandonado para ocupar como papa la diócesis de Roma. Encontrado culpable, se declaró inválida su elección como papa y se anularon todas los actos y ordenaciones de su papado. A continuación se despojó el cadáver de sus vestiduras, se le arrancaron de la mano los tres dedos con que impartía las bendiciones papales y sus restos fueron depositados en un lugar secreto, donde permanecieron hasta los tiempos de Teodoro II, (cuyo pontificado tan solo duró 20 días, aunque la rehabilitación de Formoso se había iniciado con el papa Romano) cuando fueron restituidos a la Basílica de San Pedro.
Sergio III inició un segundo juicio contra el cadáver, hallándolo nuevamente culpable. Los restos de Formoso fueron arrojados entonces al Tíber para que desapareciesen de la faz de la tierra, pero según la leyenda se enredaron en las redes de un pescador, que lo extrajo de las aguas y lo escondió. Finalizado el pontificado de Sergio III, los restos fueron depositados en el Vaticano, donde yacen hasta el día de hoy. En 1464 el cardenal Pietro Barbo, al ser elegido papa, tuvo que ser disuadido de llevar el nombre de Formoso II, para en su lugar llevar el de Pablo II.
Menudo ajetreo con los huesos del pobre hombre.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.