La princesa Catharina-Amalia, la pequeña criada para heredar el tronoDesde que nació, asumió la enorme responsabilidad de ser Reina de los Países Bajos. Aunque sus padres intenten que lleve una vida normal, su destino ya está escrito.El próximo 30 de abril cuando se realice la coronación de su padre, futuro Guillermo IV de Holanda, y su madre Máxima quien se convertirá en la Reina de los Países Bajos, Catharina-Amalia, la mayor de las tres hijas del matrimonio, pasará a ser la heredera del trono y, como consecuencia, la nueva Princesa de Orange.
En honor a su abuela María Carmen Cerruti y la Reina Beatrix, la niña, que nació el 7 de diciembre de 2003 en La Haya, fue llamada Catharina-Amalia Beatrix Carmen Victoria. Desde que llegó al mundo, sus padres coincidieron en que sus hijas llevarían una vida lo más normal posible.
El bautismo fue por el rito protestante en 2004, en la Iglesia de San Jacobo, el mismo templo donde fue bautizado su padre.
Las elegidas para ser madrinas fueron dos amigas de Máxima: la princesa Victoria de Suecia y la argentina Samantha van Welderen, baronesa Rengers-Deane (quien conoció a su esposo el barón inglés Rengers-Deane en la boda real).
Los príncipes de Orange escogieron como padrinos a Martín Zorreguieta, hermano de Máxima, al príncipe Constantino, tercer hijo de la reina Beatriz, además del presidente del Consejo de Estado, Herman Tjeenk, y a Marc ten Haar, un amigo de infancia del príncipe Guillermo.
En 2007, la princesa Amalia empezó la escolaridad en el colegio público Bloemcampschool de Wassenaar, localidad donde reside. Hasta el momento, la pequeña demostró su capacidad para los idiomas. No sólo habla su lengua natal, el holandés, sino también el inglés y el español, idioma que le inculcó su madre. Además, en el colegio, la niña practica con facilidad una gran variedad de deportes como el judo, hockey y el hipismo.
Pero por mucho que lo intenten sus padres, la pequeña no lleva una vida normal. A medida que pasa el tiempo y Amalia crece, cada vez se la ve con mayor frecuencia en los actos oficiales como parte de su formación para convertirse en la princesa de Orange.
El destino ya está escrito para esta niña ya que aún en el supuesto de que tuviera un hermano no sería motivo para que se
modifique el orden sucesorio, puesto que desde 1983 las mujeres tienen el mismo derecho al trono que los hombres en los Países Bajos.
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