Iselen escribió:
Navarra sólo tiene dos opciones si quiere sobrevivir: salvar su territorio de las ambiciones de sus vecinos cristianos y ganar en Francia el terreno que le quedaba cerrado por el sur. Y ahora, con Enrique II de Inglaterra muerto y con Aragón como aliado, es el momento perfecto para que el rey de Pamplona juegue sus cartas.
Así que Aragón y Navarra se hacen amiguitos del alma. Ahora damos un salto al oeste...
León y Portugal, que se odiaban furibundamente, ahora van y se ponen de acuerdo
Contra Castilla claro. En 1190 Alfonso IX de León y Sancho I de Portugal negocian su alianza y la pieza de cambio será Teresa, infanta portuguesa que se casará con el leonés. Cosa mala porque los novios son primos, nietos los dos de Alfonso Enríquez, y no hubo dispensa papal que leer en la ceremonia celebrada en 1191
(Vandal, ¿qué tal un arbolito para que se vea de dónde vienen los contrayentes?
)
Vandal escribió:
Ains, que me lo habías pedido ya y no me había dao cuenta, no tengo perdón de Dior...
... weno, aquí está...
Editado por Vandal 06.06.2013 para añadir genealogíaAsí que ahora Castilla se ve cerrada por el ese y el oeste. Y para más desgracia, los dos grupos se van a aliar entre ellos: la Liga de Huesca, tratado firmando el 12 de mayo de 1191 en la catedral de la ante dicha ciudad.
Portugal, León, Navarra y Aragón prometen:
1. No hacer la guerra entre ellos.
2. No hacer la guerra sin el consentimiento de los otros 3 socios.
3. Hacer la guerra a Castilla.
4. No firmar paz por separado con nadie.
Como comprenderéis, en un mundo medieval basado en guerras y alianzas, este tipo de arreglos dura un suspiro. La cosa empezó bien, Navarra y Aragón atacaron juntos Tarazona y....
El papa Celestino III anula el matrimonio del rey de León por consanguinidad, pero además declara al rey enemigo de la cristiandad por haber firmado treguas con los almohades y eso, eso es tela marinera
porque los súbditos leoneses acaban de quedar exonerados del deber de obediencia al rey por orden del Santo Padre
es más, aquel que luche contra León recibirá las mismas gracias que aquellos que luchan contra los infieles en las Cruzadas. Y así, el reino de León, que iba de gallito y de "me voy a comer a Castilla" quedó convertido, una vez más por cierto, en el debilucho de la Península, así que sus vecinos, que se suponía que eran amiguitos del alma, le dieron por todos lados.
Así que Portugal se lanza sobre Galicia, que ya sabemos que le tiene apetencia al territorio desde antiguo, y ataca Tuy y Pontevedra con ayuda de los propios nobles gallegos. Y el rey castellano entra por el sur llegando a atacar Benavente, Astorga y acampó en las mismísimas puertas de León, que se le resistió, así que atacó Puente Castro y arrasó el barrio judío (no porque tuviese nada en contra de los judíos, sino porque sus barrios solían ser los arrabales, o sea, las afueras de cualquier pueblo, lo primero que te topabas)
A todo esto el papa Celestino III está que no da crédito a lo que leen sus ojos en las cartas. Lo que él pretendía era dar una lección a León para que abandonase su manía de pactar contra los musulmanes y lo que ha conseguido es que los reinos cristianos se peleen entre sí. Parece mentira para el papa, lo poco que sabía de cómo se las gastaban los hispanos, el pobre hace honor a su apellido, Giacinto Bobone, bobo de capirote
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.