Los primeros 10 años del siglo XIII verán cómo se forma en España una nueva alianza y, esta vez sí, dará mejores frutos que la que desembocó en Alarcos
Paces y concordias, acuerdos y pactos, desde el que firman Castilla y Aragón en Calatayud en 1198, pasando por los de Castilla con León, Castilla con Navarra o el matrimonio del heredero portugés con Urraca de Castilla, hasta la paz de Navarra y Aragón firmada en 1209 en Monteagudo.
Evidentemente todos estos pactos son fruto de tensiones, vamos, que los cinco reinos se siguen dando leña entre ellos como siempre. Sin embargo, antes las querellas se sucedían mientras que ahora parece que hay voluntad de mantener los acuerdos más allá de unos meses. ¿Y este cambio a qué se debe?
A que los musulmanes han vuelto. Yusuf II ha muerto y sube al trono su hijo Al-Nasir, fundamentalista donde los haya. El califa ha jurado arrasar Roma y abrevar su caballo en el Tíber
Eso que dicen de él, que si tímido, solitario, soso... nada más lejos de la realidad. Tenía unos 30 años, era alto, tenía ojos azules, tez pálida y barba rubia y se le conocía por ser valeroso pero también cauto y avaro. Lo de tímido viene porque no hablaba mucho a causa de su tartamudez. Tras conquistar los últimos reductos de los almorávides en Baleares y Magreb, el imperio almohade alcanzó bajo su mando el máximo esplendor.
Las crónicas cristianas lo llamarán Miramamolín, es decir,
Amir-al-muslimin, el emir de los creyentes. Estamos en el 1210, el califa tiene sus ojos puestos en España y todos lo saben.
Imperio Almohade
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.