Termina el verano más atípico de los Príncipes en MallorcaALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS / PALMA DE MALLORCA
Día 11/08/2013 - 16.33hEl Príncipe de Asturias regresó en la mañana de ayer a Madrid, donde ya se encontraba Doña Letizia desde el pasado miércoles. Hacía varios veranos que Don Felipeno pasaba tantos días seguidos en Palma, diez en total -y los mallorquines lo valoraron-, pero sólo en cinco de ellos coincidió con la Princesa. Su esposa se había desplazado a la isla dos días después que él, algo que no llamó demasiado la atención, pues también el verano pasado ella llegó a Palma después que su marido y sus hijas. Sin embargo, lo que sí causó cierta extrañeza fue que Doña Letizia regresara a Madrid tres días antes que el Príncipe sin una razón que lo explicara.
Lo cierto es que los Príncipes tenían previsto haber regresado juntos el pasado miércoles, después de asistir la víspera a la cena que ofrecieron los Reyes a las autoridades baleares. Pero, en el último momento, Don Felipe decidió quedarse unos días más en el Palacio de Marivent con sus hijas, las Infantas Leonor y Sofía. Doña Letizia ya se había hecho a la idea de regresar a Madrid y prefirió mantener sus planes, aunque era fácil prever que la escapada contribuiría a alimentar todo tipo de especulaciones.
Deseos de ir a su aireHubo quienes trataron de ver un supuesto distanciamiento matrimonial, mientras que otros la atribuyen a los simples deseos de la Princesa -muy celosa de su intimidad- de ir a su aire. Cumplidora a la hora de asistir a los actos oficiales, Doña Letizia siempre ha defendido su parcela de privacidad, algo que ve como un refugio desde que se vio convertida en foco de atención permanente.
La única consecuencia institucional de la ausencia de Doña Letizia en Palma fue que no asistió al almuerzo que los Reyes ofrecieron al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado viernes en el Palacio de Marivent, después del tradicional despacho de verano. Un almuerzo que no estaba previsto cuando la Princesa decidió abandonar la isla, pues se anunció la víspera (jueves), pero al que sí asistió el Príncipe con sus padres. Si Doña Letizia hubiera estado en Palma, también habría acudido.
Un abuelo orgullosoAdemás, cuando finalizó la comida, Don Felipe llamó a las Infantitas para que saludaran a Rajoy. Las dos niñas, que son un ejemplo de buenos
modales y formalidad (mérito que hay que atribuir a su madre, especialmente), saludaron al presidente del Gobierno ante la mirada de un Rey que no podía ocultar su orgullo de abuelo.
Horas después, Don Juan Carlos regresó a Madrid con sus dos nietas y, a la mañana siguiente, lo hacía el Príncipe en otro avión. Por razones de seguridad, se procura que el Rey y el Heredero de la Corona no viajen juntos. El primer verano del Monarca en Mallorca después de que renunciara al uso del yate «Fortuna» terminó sin que se le pudiera hacer ni una sola foto informal, pues sus apariciones en público se limitaron a los actos oficiales en los Palacios de la Almudaina y de Marivent.
El único miembro de la Familia Real que permanece en Mallorca es la Reina, cuya intención es quedarse en Palma hasta finales de mes. Doña Sofía está acompañada por su hermana, la Princesa Irene, y en los próximos días asistirá a algunos actos oficiales en las islas.
Los Príncipes pasarán unos días juntos antes de que Don Felipe emprenda viaje el martes hacia Paraguay para representar a España en la toma de posesión del nuevo presidente. Durante los días que el Príncipe esté de viaje, las Infantitas estarán de vacaciones con su madre. Cuando regrese de América, Don Felipe aún dispondrá de un par de semanas sin actos oficiales antes de volver a cruzar el oceáno Atlántico para defender en Buenos Aires la candidatura olímpica de Madrid 2020.
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