Este es un tema "desafío" a todos los que participáis en el foro

A ver si conseguimos trazar el camino de la princesa rusa Sophie Troubetzkoi, que en virtud de su primer matrimonio con el duque de Morny se convirtió en un personaje esencial en París durante la época del Segundo Imperio y en virtud de su segundo matrimonio con el duque de Sesto se convirtió en un personaje esencial en Madrid durante la época de la restauración alfonsina. Vamos, que dió la campanada en dos períodos apasionantes de la historia decimonónica.

Retratada por Winterhalter:



PD: Existe un libro sobre ella del que aún no dispongo, "Una rusa en España", escrito por nuestra apreciada Ana de Sagrera. Si alguno lo tenéis, ya podéis poneros las pilas, jajajaja.

Yo prometo cooperar leyéndolo todo

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Louis Napoleón, elegido "Príncipe Presidente de la Segunda República Francesa" en el año 1848, residía, desde entonces, en el Palacio del Elysee. Allí tramó con singular dedicación y esmero, durante el año 1851, el golpe de Estado que debería conducirle a su proclamación como emperador de un Segundo Imperio. Dicho golpe de Estado, en el curso del cual se presentaría como un adalid de una democracia amenazada, presentándose a sí mismo en el papel de abanderado del sufragio universal frente a una asamblea excesivamente reaccionaria que pretendía a toda costa mantener un sistema de sufragio censitario, tenía que producirse el 2 de diciembre de 1851.

Ese día, Louis Napoleón estaba que se le reconcomían los nervios: se jugaba el todo por el todo a una carta arriesgada. Entonces, su medio hermano Charles Auguste Demorny, o De Morny, que le había ayudado a planificar en detalle esa acción, se dirigió al ansioso "príncipe presidente" que soñaba con ser "emperador" para pronunciar una frase célebre: "Sea lo que sea lo que ocurra en las próximas horas, no has de preocuparte: en cualquier caso, puedes estar seguro de que mañana tendrás un centinela en tu puerta". Y no andaba nada desencaminado De Morny: si Louis Napoleón triunfaba, tendría una guardia de honor a la entrada de su dormitorio; si Louis Napoleón fracasaba, tendría soldados vigilando la entrada de la celda en la que le hubiesen encerrado.

La anécdota histórica sirve para introducir a De Morny en este tema. Cuando se produjo la citada escena, contaba ya cuarenta años. Tras una juventud de ribetes claramente marciales, durante la cual había salvado la vida del general Camille Trezel, a quien servía en calidad de aide-de-camp, durante la campaña de Argelia, De Morny se había establecido en París dispuesto a hacerse rico a través de negocios bastante especulativos. Gracias a la cooperación financiera de su amante, la bella rubia Françoise "Fanny" Mosselmann, hija de un gran banquero y esposa del embajador belga en la capital francesa el conde Charles Le Hon, De Morny había alcanzado el privilegio de una enorme fortuna. Una parte la puso al servicio de su medio hermano mayor Louis Napoleón, facilitando el acceso de éste al poder.

Así que Louis Napoleón tenía motivos para sentirse "en deuda" con su medio hermano pequeño, el bastardo De Morny, fruto de la relación adulterina de Hortense de Beauharnais, efímera reina de Holanda, con el caballero Charles de Flahaut. En señal de agradecimiento, Louis Napoleón conferiría a Morny, de entrada, un importante rol político-institucional: en 1854 se le nombró presidente del Cuerpo Legislativo y en 1856 se le envió a Rusia para representar a Francia en los festejos de coronación del zar Alexander II. A posteriori, también se le concedería el título de duque.

Pero a nosotros lo que nos interesa, ahora, es la visita a Rusia de Charles Auguste De Morny...

Morny retratado por el pintor Dubufe.

Cuando Morny llega a Rusia, lleva años vinculado sentimentalmente a Françoise Mosselmann, o, lo que es lo mismo, la condesa Fanny Le Hon. La "vinculación" incluso se ha plasmado en una hija común, Louise, nacida en 1838 e inscrita con el apellido del marido belga de la madre. Louise Le Hon, de hecho, se había casado en junio de 1856 con Stanislaus Luci, más adelante llamado Stanislaus Poniatowski, un hijo natural, después legitimado, del príncipe polaco Stanislaus Poniatowski con la italiana Cassandra Luci. A través de ese enlace, Louise Le Hon, hija de Morny, se convertiría en princesa Poniatowski y princesa de Monte Rotondo.

Pero, mientras su hija Louise se colocaba estupendamente, Morny se dejaba fascinar por la atmósfera opulenta de San Petersburgo. Allí, en el curso de las celebraciones, tuvo ocasión de conocer a una princesa llamada Sophie Sergeievna Troubetzkoi. Sophie, de veinte bellísimos años, es, oficialmente, hija del príncipe Sergei Vassilievich Troubetzkoi y su esposa, la condesa Ekaterina Petrovna Mussina-Pushkina. Sin embargo, siempre ha existido el rumor de que, en realidad, Ekaterina había concebido a la criatura que sería llamada Sophie Troubetzkoi no con su marido, sino a consecuencia de una aventura con el mismísimo zar Nicholas I. Ese rumor que hace de Sophie una hija bastarda del difunto Nicholas I y por tanto medio hermana bastarda de Alexander II suscita especial interés en Morny. Él mismo solía bromear respecto a su sorprendente árbol genealógico: "En mi linaje, somos bastardos de madre a hijo desde hace tres generaciones. Soy el bisnieto de un rey, el nieto de un obispo, el hijo de una reina y el hermano de un emperador...y ninguna de esas conexiones es legítima". (véase nota a pie de post, jajaja, para aclarar este embrollo).

El caso es que Morny se propone seducir, con intenciones matrimoniales, a la preciosa princesa Troubetzkoi, que le proporcionará una ventajosa conexión en Rusia aparte de un significativo relumbre social y una dote apetitosa. La joven, en sí misma, también le gusta, desde luego: a su cautivador aspecto, añade una elevadísima cota de refinamiento (a Fanny Le Hon, en cambio, muchos le habían achacado cierta "vulgaridad"). De modo que Morny empieza a mostrarse asiduo con Sophie, que acepta encantada sus asiduidades...


Nota a pie: Hortense de Beauharnais había concebido a Morny en su tórrida aventura con el gallardo Charles de Flahaut. En el plano "oficial", Charles de Flahault era hijo del conde de Flahaut de La Billarderie y de la esposa de éste, Adelaide, nacida Adelaide Filleul. Pero, en el plano "oficioso", se sabía que Adelaide había tenido a Charles a resultas de un "affair" con el célebre Charles Maurice de Talleyrand, quien había sido obispo antes de la Revolución Francesa. Por eso Charles decía que era nieto de un obispo. En cuanto a lo de ser bisnieto de un rey, resultaba que Adelaide Filleul, la madre de Charles, era, en teoría, hija de Irene du Buisson de Longpré, casada con Filleul, pero que tenía un amplio surtido de amantes entre los cuales figuraba, al parecer, el rey Louis XV de Francia.

El anuncio de la boda de Morny con Sophie Troubetzkoi, celebrada en San Petersburgo el 7 de enero de 1857, causó una honda conmoción. De entrada, Fanny Le Hon, que no tenía una reputación que guardar porque era notoria su relación extraconyugal de casi veinte años con Morny, organizó un formidable escándalo reclamándole a su ya ex amante la nada desdeñable cantidad de cuatro millones de francos. Se suponía que era lo que ella debía recibir al disolverse la peculiar "comunidad de bienes" que ambos habían formado para que Morny hiciese negocios...y se enriqueciese de forma impresionante. Se organizó semejante follón a propósito de la demanda de Fanny Le Hon, que el propio Napoleón III tuvo que garantizar el pago de parte de dicha cantidad a la condesa despechada.

Mientras Fanny Le Hon echaba pestes y abría la bolsa para, al menos, recibir una compensación económica por el desplante de su ex amante (París entero, por no decir Francia entera, se hacía lenguas acerca de aquel enredo...), Morny se estableció con su Sophie. El fabuloso hôtel de Lassay, en los aledaños de los Campos Elíseos, era su residencia principal, pero, por supuesto, había otras casas igualmente lujosas, en especial el château de Nades. Allí, Sophie pudo desplegar su incomparable talento como anfitriona. Lo tenía todo para triunfar en la atmósfera del Segundo Imperio.

Una "carte de visite" de la época mostrando a Sophie Troubetzkoi De Morny:



Dos imágenes más, correspondientes a la misma sesión fotográfica:

¡Qué bonito tema y qué preciosas fotos!
Bienvenida, Steff

Axcabo de llegar de la biblioteca con el libro; mañana intentaré darle una lectura rápida para recordarlo y luego ya empezaré con el resumen que tendrá añadidos de aquí y de allá.

¡Cómo te envidio por tener en tus manos ese libro...!

Pues casí me da un telele porque no lo encontraba; pensé ¿a qué se lo ha llevado alguién y tengo qué ir viniendo hasta que lo devuelban?; pero no ,estaba aunque he tardado un poco en encontrarlo; lo peor son las imágenes porque mi hijo se escaquea que da gusto; de todas maneras las fotocopiaré y cuando pueda, que espero que sea lo antes posible, las pòndré.

Bien, como los deseos de Minnie son órdenes para mí me voy a zambullir en la exposición del libro de Ana de Sagrra "Una rusa en España" pero teniendo encuenta que
1º yo no soy Ana de Sagrera, evidentemente, y por lo tanto mi redacción es sucinta y en fin , como dría mi profesor de Literatura de COU,exigua hasta la desaparición, sea eso lo que sea.
2º yo no soy Minnie y no tengo el talento de hacer revivir a los personajes de la historia,
3º respecto a las fotos mantengo un contencioso con mi hijo sobre la compra de un escaner que dado que yo tengo 52 años y él 24 siempre gana él; espero llegar muy pronto a una entente cordial; de todas formas hay algunas fotos que se pueden sacar de otros sitios porque son conocidas.
Perdonarme si no lo sé hacer mejor; esto es lo que hay.

Lo harás estupendamente, Legris. No tengo la menor duda sobre tu capacidad