Don Juan Carlos, de 76 años, ha vuelto hoy al pasado para reencontrarse con ese niño triste de 10 años que fue. Lo ha hecho a través de dos guardias civiles nonagenarios que han acudido a mediodía a La Zarzuela para abrazarle.
José Velasco y Antonio Jodrá eran dos jóvenes guardias cuando, en el otoño de 1948, fueron asignados a proteger la finca Las Jarillas, el primer hogar del Rey en España. La real politik en forma de padre le obligó a vivir en España, lejos de su familia, para criarse junto a un dictador que había de devolverle el trono a los Borbón. Ese era el pacto al que llegaron Don Juan y Francisco Franco a bordo del Azor. La pieza de intercambio se llamaba Juan, Juanito, y tenía diez años.
Franco, que le cambió el nombre y lo hizo llamar Juan Carlos para diferenciarlo de su padre, instaló al niño en la finca Las Jarillas, a 18 kilómetros de Madrid. Entonces era puro campo, cien hectáreas donde Juanito cazaba conejos. Ahora, Las Jarillas está en una zona muy desarrollada urbanísticamente y se usa para celebrar bodas, bautizos y comuniones. Los antiguos dueños, los marqueses de Urquijo, lo cedieron al general Franco para que sirviera de casa-internado al pequeño Borbón.
El general mandó elegir a ocho compañeros de estudios, bien por su extracción aristocrática, bien por su inteligencia. Formaron el internado de Las Jarillas junto al futuro rey Alonso Álvarez de Toledo, hijo del marqués de Valdueza; Carlos de Borbón Dos Sicilias, primo hermano por parte de madre; Jaime Carvajal y Urquijo, hijo del conde de Fontanar; Fernando Falcó y Fernández de Córdoba, actual marqués de Cubas; el valenciano Alfredo Gómez Torres; el catalán Juan José Macaya, y José Luis Leal Maldonado, futuro ministro de Economía durante la Transición.
Ese otoño, el cabo José Velasco, de 28 años, fue nombrado jefe del grupo de guardias civiles elegidos a su vez para proteger al niño Borbón y a sus ocho compañeros de estudios.
Cariñosa carta al Rey
Estas Navidades, Velasco escribió una cariñosa carta al Rey en la que le deseaba una pronta recuperación de sus múltiples operaciones. "Le necesitamos, Majestad, no se vaya", le pedía Velasco en su misiva, que le tocó el corazón al Rey.
Hoy, en una decisión de última hora, Don Juan Carlos ha recibido en su despacho a sus antiguos protectores, dos de los escasos testigos que quedan de ese tiempo lejano.
"El responsable de la misiva, José Velasco García, "era cabo primero en Las Jarillas cuando yo estuve aquí por vez primera", ha señalado don Juan Carlos momentos antes de que el guardia, que ya tiene 94 años, entrara por la puerta de su despacho, acompañado de su esposa, y caminando ayudándose de un bastón, informa Efe.
"Tú estás con bastón, yo todavía no he llegado", le ha dicho el Rey, muy sonriente, nada más verle, para pedirle que se acercara a él a fin de poder darle un abrazo y estrechar su mano.
"¡Qué gusto verles!", les ha dicho tras preguntarles quién le había enviado la carta e invitarles a sentarse con ellos y sus esposas ante la mesa donde habitualmente recibe a sus invitados.
Antes de hablar sobre los lejanos tiempos de 1948, Jodrá le ha preguntado "qué tal la pierna", en referencia a su recuperación tras la operación de cadera, a lo que el Rey ha contestado: "Mucho mejor, mucho mejor".
http://www.elmundo.es/espana/2014/01/20 ... b456f.html
