La Infanta Leonor cada vez se parece más al Principe Felipe
"Una niña cariñosa, buena, obediente, que sabe quién es, pero que no se da importancia», «le gusta corretear y jugar, como a todos los críos, pero es un cielo de niña". Así definen a la Infanta Leonor algunas de las personas que mejor la conocen en su vida privada. En los actos públicos es tranquila, observadora, educada y formal. Su descripción coincide con la que otras personas hacían de su padre, el Príncipe de Asturias, a su edad.
Igual que don Felipe, empieza a acumular divertidas anécdotas y ocurrencias que reflejan un carácter abierto y relajado. La última, del pasado verano, cuando hizo con sus padres una excursión a una granja en Esporlas (Mallorca). El Príncipe presentó a las niñas al dueño de la finca, y Leonor se apresuró a contarle que ella ya había visitado una granja-escuela con el colegio y que llevaba unas zapatillas blancas que se le ensuciaron porque pisó una "caca".
Leonor cumplirá ocho años el 31 de octubre e, igual que hacía don Felipe, le gusta pasar al despacho del Rey a ver a su abuelo. Un despacho que está llamada a ocupar cuando sea Reina. Su abuelo ya no se puede tirar en la alfombra a jugar, como hacía con su hijo, pero conserva la buena conexión y la ternura que ha tenido siempre con los niños. Esta misma semana, en cuanto llegó de Panamá, el Príncipe llevó a sus hijas a ver al Rey.
Cuando don Felipe tenía ocho años, ya había asistido al que describió como "uno de los actos más importantes de mi vida, la proclamación de mi padre como Rey". En ese momento, se convirtió en Heredero de la Corona y empezó a acompañar a don Juan Carlos a actos aislados, pero su vida siguió siendo la misma de antes, muy parecida a la que lleva hoy Leonor.
38 años después, su hija acude al mismo colegio, el Santa María de los Rosales, escogido por la Reina, entre otras razones, por su independencia ideológica. Igual que su padre en aquella época, almuerza el menú del colegio y, de regreso a casa, le esperan los deberes y clases de refuerzo de inglés.
A su edad, su padre también había recibido la Primera Comunión, que celebró más joven de lo habitual. Don Felipe recibió este Sacramento en una sencilla ceremonia en la ermita de la Zarzuela el 30 de mayo de 1975, festividad de San Fernando, siguiendo una tradición familiar. En esa misma fecha en años anteriores la recibieron sus hermanas, las Infantas Elena y Cristina, y también su tía, doña Pilar, y su abuela, la condesa de Barcelona.
Si se mantiene esa tradición, Leonor podría recibir la Comunión el próximo 30 de mayo, salvo que sus padres, don Felipe y doña Letizia, prefieran que la haga junto a sus compañeros de colegio o, incluso, esperar un año más y que la reciba junto a su hermana, la Infanta Sofía, con la que apenas se lleva año y medio.
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