En Vitoria existe un museo de Bellas Artes tan exquisito como la propia Vitoria. Es, como ella, pequeño, aseado, discreto, elegante y carísimo. La colección que exhibe no es apabullante por lo numerosa, ni por la notoriedad de los autores, aunque no sé de ninguna otra donde se haya reunido más talento vasco del XIX y del XX. El mejor de sus Zuloagas (no recuerdo ahora mismo si también el único) es un retrato de Doña Carmen Arconada (a saber quién fue esa señora) que pintó en 1940, cinco años antes de morir y en plena madurez creativa. La
modelo luce el aspecto satisfecho de la que ha salido de una guerra civil con todo bien a salvo, como supongo debía de ser normal entre la clientela del pintor, y la verdad es que da gloria verla. Os adjunto una foto, avisando que está tomada aprovechando que la vigilancia miraba para otra parte (no dejan hacer fotos, aunque se les burla con facilidad) y que, por lo tanto, no es de gran calidad. A ver si os gusta:
En ese mismo museo me llevé una gran alegría, la de descubrir un pintor vasco del que había oído hablar pero del que no sabía nada, ni había visto nada. Simplificando a la esencia, me encantó. Se llama (se llamaba, mejor) Ignacio Díaz Olano y era contemporáneo de Zuloaga. La vista de su obra, sin embargo, hace pensar que no compartían las mismas devociones sociopolíticas, lo que bien puede explicar que se le siga ignorando, cuando -en mi humildísima opinión- puesto al lado de Zuloaga sería como un Audi Quattro al lado de una Vespa. Os adjunto la foto de un cuadro (tomada igual: de extranjis) que se llama 'Restaurante' y que me impresionó muy vivamente:
Por si os pica la curiosidad y queréis saber más, aquí os dejo la url de un lugar donde se le rinde el respeto que merece. El hombre, a fuer de humilde, y de proletario, ni siquiera tiene 'entrada' en la Wikipedia.
http://eldibujante.com/?p=8138Si váis por Vitoria, recordad que además de comer de cine hay muchas más cosas que se pueden hacer. La mejor, quizá, es gastar una hora en su delicioso museo de Bellas Artes (no tiene pérdida: justo enfrente del palacio de Ajuria Enea). Si me hacéis caso no me maldeciréis.