Los Reyes: ´Pensamos venir siempre´Mismo objetivo que con el posado del martes en Marivent: confirmar, entre alabanzas, el compromiso con la isla. Los Reyes trasladaron a los invitados de la recepción que tuvo lugar ayer en la Almudaina la intención de continuar veraneando año tras año en la isla. "Pensamos venir siempre", aseguraron a uno de los asistentes al cóctel. "Nuestras vacaciones van a ser en Mallorca, como siempre", abundó Felipe VI, el autor de "Mallorca es un trozo de cielo en la Tierra". El mensaje: claro, directo y sobre todo sincero, a tenor de lo "cercanos, cariñosos e interesados que han estado Felipe y Letizia por muchas cuestiones de la isla", indicó otro invitado a este periódico. "Nunca pensamos ir a otro lugar que no fuera éste, pero tampoco queríamos desmentir si habíamos recibido ofrecimientos para pasar las vacaciones en otro sitio", comentó el Monarca entre un corrillo de isleños preocupados por las informaciones publicadas sobre otros posibles destinos vacacionales del Jefe de Estado. Doña Sofía también redundó en el compromiso con Mallorca, "muy sonriente y amable" con todos los asistentes a la recepción. En este sentido, fue muy significativa la presencia de algunos representantes de colectivos que la reina madre apoya habitualmente, como Projecte Home Balears, Cruz Roja o Cáritas, entre otras.
La cercanía y proximidad con los más de 300 invitados citados al encuentro real se había materializado minutos antes del besamanos –en esta ocasión celebrado en el Patio de Honor– y de cruzar el umbral palaciego. El clamor popular que resonaba en el claustro sólo podía significar un cosa: Felipe VI y Letizia repartiendo ahí fuera apretones de manos, saludos y selfies a decenas de ciudadanos que aguardaban baño monárquico a las puertas de la Catedral. El protocolo se relaja en la calle pero regresa con la entrada a palacio, donde los saludos se sucedieron entre la informalidad cortés y correcta y la reverencia pronunciada. El desfile de bienvenida lo destapan el president José Ramón Bauzá y su esposa Alejandra Marquina. Les siguen su homóloga en el Parlament Margalida Durán, la delegada del Gobierno Teresa Palmer y el alcalde de Palma Mateo Isern. A continuación, pasan por el besamanos los mandos militares, es decir, las autoridades habituales que eran recibidas en el salón de los tapices cuando reinaba don Juan Carlos y tocaba despedirse –con una cena tradicional– de sus vacaciones en Mallorca.
La prueba de que hay renovación en Casa Real estribó no sólo en el cambio de formato –fue un cóctel cercano, servido de pie, con cambio de escenario y ritmo–, sino también en el cariz aperturista en la lista de invitados. Entre ellos, el de gays y lesbianas, representado por Jan Gómez, presidente de Ben Amics, quien puso el punto activista a la cita: abanico con la bandera del arcoíris y lazo rojo de la lucha contra el sida, entre otros pins para otras causas. "Que nos hayan invitado es un reconocimiento a nuestra lucha. Ésta es la primera jefatura del Estado que nos visibiliza e invita", comentó Gómez. "Ellos deben también hacer suya nuestra lucha", agregó.
Además de políticos gobernantes, no faltó la oposición (menos Més) ni los grandes nombres del turismo balear. Gabriel Escarrer Juliá, Abel Matutes, Pablo Piñero, Simón Pedro Barceló y Carmen Riu acudieron a la recepción, lo mismo que el presidente de Globalia Juan José Hildago.
El excónsul de los Estados Unidos Tummy Bestard protagonizó una anécdota: entregó a Letizia una fotografía de infancia del Rey.
Representantes de los bancos, de varias fundaciones o de colectivos como la ONCE no faltaron tampoco a la cita, así como el consejero de Editora Balear José Francisco Conrado de Villalonga o el articulista de este diario Camilo José Cela Conde. Acaso, el sector que quedó menos representado fue el cultural, sobre todo en lo que se refiere a creadores. Pese a ello, acudieron el barítono Joan Pons, el compositor Joan Valent y su reciente mujer la escritora mexicana Mariana Salinas, la académica y escritora Carme Riera, las directoras de la Fundació Pilar i Joan Miró (Elvira Cámara) y Es Baluard (Nekane Aramburu), el gerente de la Simfònica Marcelino Minaya y su nuevo director Pedro Mielgo y los galeristas Pep Pinya y Eva Shakouri. Más negritas para la crónica: Eduardo Gamero, Carmen Planas (CAEB), Fernando Rotger y Maria Regí (de la clínica Rotger), el extenista Carlos Moyá y Carolina Cerezuela, o el ciclista Joan Llaneras. Finalmente no apareció Rafel Nadal.
El picoteo "excelente" (tempura, pinchitos, gazpacho de cereza, entre otros bocados), elaborado por el restaurante Jardín (Puerto de Alcúdia) de Macarena de Castro, fue jalonando las conversaciones con los Reyes, que fueron atendiendo a los diferentes corrillos. Trasladando un mensaje: el compromiso con esta tierra.
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