Para empezar, deciros que Roger van der Weyden era muy partidario de la corriente artística por la cual el pintor "mejora" lo que la madre naturaleza le dio al
modelo. Vamos, que pretendía crear una imagen idealizada de sus mecenas... o sea, que si los duques os parecen feos en el cuadro, en persona debían ser de espanto
El tema de la adulación a través del lienzo no es algo sencillo, un pintor debe corregir narices desviadas, ojos caídos, dientes torcidos y demás pero que el retratado siempre se sienta identificado con la imagen resultante. No se trata de pintar una Venus despampanante en el lugar de la duquesa y pensar que va a colar porque el tono del cabello es el mismo. Hace falta guardar un equilibrio entre la realidad y lo que el que paga la cuenta quisiera ser y no es. Ser un pintor "zalamero" no es sencillo, pero a Roger se le daba muy bien, de ahí su éxito.
Por otra parte... el sombrenombre de "el Bueno" otorgado a Felipe siempre me ha parecido más cachondeo que otra cosa. Hijo de Juan I Sin Miedo y Margarita de Baviera-Straubing, tomó partido por Inglaterra tras el asesinato de su padre a manos de secuaces del delfín de Francia (en mi opinión puñaladas bien merecidas, porque Juan también era telita
) Sus dos primeras esposas eran del linaje de los reyes de Francia, como no le dieron hijos probó suerte con una hija de Juan I de Portugal (fundador de la dinastía Avis) que, esta vez sí, le dio un ansiado varón: Carlos el Temerario.
Pero Felipe cuándo se amigaba con Francia, cuándo volvía a traicionarla con Inglaterra. Un hombre de maneras muy elegantes pero frío e impetuoso, capaz de montar en cólera en un segundo. Era retorcido y oportunista en política y tenía atemorizados a todos sus vecinos. De amantes no os digo nada, presumía de haber tenido 18 bastardos que llegaron a la edad adulta. Una joyita...
Lo que yo no entiendo es por qué no es su mujer la que lleva el sobrenombre de "la Buena" porque, ella sí, fue quien ejerció la regencia cuando su marido se largaba con sus queridas, de su mano salió triunfante el congreso de Arrás, medió en conflictos con sus súbditos (conflictos creados por su maridito), sembró paz entre las ramas de la familia que se llevaban a matar, negoció tratados comerciales con Inglaterra y hasta consiguió la liberación del duque de Orleáns y le encontró esposa.
Ya me diréis si no merecía el apodo más que Felipe.
Eso sí, no se puede negar que en cuestiones económicas "el Bueno" llevó al ducado a lo más alto. Su corte era la más espléndida de Europa, árbitro de buen gusto y
moda, para estar a la última a mediados del siglo XV tenías que vestir sedas borgoñonas y bordados de Holanda. El extremo lujo de las ropas de Felipe llegaba a la extravagancia, llegando a gastarse el 2% de los ingresos anuales del ducado en adquirir ropajes de seda y telas de oro a un único mercader, Giovanni di Arrigo Arnolfini.
Este Arnolfini
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.