Las coas como son, la situación de Elena, por desgaracia, cambió radicalmente por culpa de los tejemanejes de su hermana y su cuñado. Su padre la relegó en la Fiesta Nacional a la tribuna de invitados y como bien dices Casilda, ya no participaba de los grandes actos de Estado. No creo que se deba a su actitud o a su mayor o menor popularidad, simplemente han pagado justos por pecadores, si bien es cierto que su relación con García Revenga (el fiasco que ha supuestos este señor) y su intento de iniciar ciertos negocios junto a él (información dada por la propia Zarzuela), no ayudaron y propiciaron que se la observase con cierta cautela. Así que su padre cortó por lo sano y su hermano ha seguido la misma senda. Una y no más.
De hecho el propio Juan Carlos en los años 90 apartó en cierto
modo (no fue algo tan natural como explicaba Zarzuela) a su hermana Pilar, cuando se produjo el escándalo de las obras que realizó sin licencia en su casa de Porto Pí y la sentencia falló en su contra y tuvo que derribar parte del inmueble. Los partidos radicalmente de izquierdas y de derechas, se frotaban las manos. Mi madre me lo recuerda incluso hoy comparándolo (no es equiparable a la situación actual y mucho menos con la relación que mantenía Zarzuela con los medios entonces), pues aquello supuso cierto escándalo y coincidió también con que España atravesaba una fuerte crisis económica y política, con temas de corrupción muy turbios de por medio, entre ellos el del supuesto amigo del Rey, Mario Conde. De hecho la Infanta Pilar, acto seguido, presentó su candidatura a presidir la Federación Ecuestre Internacional y se la veía más fuera que dentro de España
Puesto que Elena trabaja en el sector privado desde hace años y teniendo en cuenta las nuevas normas que rigen la Casa Real, es imposible compatibilizar el cargo con esa situación. Los encargados de dar a conocer las normas a la prensa, lo dejaron muy claro o se ejercía una total exclusividad con el cargo o uno quedaba fuera de la representación oficial de la Casa. Así que parece que una vez que sales, ya no vuelves a entrar. Quizás sea una determinación estricta, pero es que no serlo precisamente ha estado a punto de acabar con la Institución, abdicación de un monarca de por medio y que la mayoría de la población sienta practicamente un odio visceral cada vez que ven aparecer a cierto miembro de la Familia del Rey.