Pues mira, no estaría mal sacarle un apartado a Íker porque hace poco también vi un reportaje sobre Carlos II, y también con este señor, y telita, siempre con el titular, el morbo, el sensacionalismo pero nada más allá, ni una mísera contextualización y más cuando eres una persona que se presenta como historiador.
Porque el asunto es que la historieta es verdad, pero sacada de su contexto. No se explica el porqué. ¿Qué interés tiene aquel sacerdote en tocarle las narices al 'bueno' de Fernando VII con la fama de tolerante que tenía? Pues que no tenía un duro. El rey 'capturó' el testamento de su madre y eso supuso dejar con una mano delante y otra detrás a los servidores de los reyes padres en Roma. Al morir estos, da la casualidad que prácticamente murieron a la vez, la corte proscrita de Roma se deshacía y todos al paro. Entre ellos Godoy. Fray Juan de Almaraz, que fue también confesor del príncipe de la Paz, tras unos años reclamando lo suyo y sin una mísera respuesta, estando en la ruina, se harta y, como no tiene nada que perder, en plena época de la Contrarrevolución se atreve a amenazar al rey español atacando a la propia legitimidad de su trono. Ná menos. Como buen rey absoluto pues no se lo pensó dos veces y metió al cura en la cárcel con orden de no hablar con nadie para evitar propagar aquel rumor que, según Zavala -y se agarra a esto como un clavo ardiente pero que como argumento es ridículo- juró "in verbum sacerdotis", como que es imposible que un sacerdote jure por Dios en vano
. Porque encima, este señor, cuando le rebates en redes sociales te sale diciendo que más que él no sabe nadie, que tiene nosecuantas obras sobre los Borbones y que no se corta en ponerse medallas en plan "Amadeu Fabregat,dijo de mí que: Muerto Balansó, Zavala ocupa ahora el trono de los saberes regios".
Y es que fray Almaraz no tenía un pelo de tonto. Era confesor de la reina y sabía los rumores que habían atentado contra la dignidad de la soberana. Un documento firmado por él y jurado, como dice Zavala, "in verbum sacerdotis" era una bomba. Y más en la época que estamos. Fernando VII recibía en toda la cara la imbecilidad de acusar a su madre de puño y letra de lo que le acusó cuando era príncipe, ¿es que nadie le dijo que estaba atentando contra sus propios derechos, que esos derechos los tenía por sus padres, a los que no paraba de calumniar?
Y bueno, el colmo del, a mi entender, rídiculo. Dice Zavala que la reina autorizó a fray Juan a revelar el secreto después de muerta. ¿? ¿? ¿? ¿? ¿Alguien le ve sentido a eso?
¿Qué interés tiene la reina en acabar con el trono de su hijo y sucesores? Vale que no había sido un buen hijo, o el hijo que esperaban, pero eso no convierte a ellos en malos padres. Pudieron hacerle las cosas feas a Fernando desde Roma, mas al contrario, fue Fernando quien se encargó de amargarles los años de vejez. Se sabe que Carlos IV prohibió a Godoy publicar sus
Memorias porque, según él, no podía defenderse sin atacar a su hijo, y por ahí no estaba dispuesto a pasar, aunque su dignidad estuviera en cuestión. Y ahí se mostró una vez más la lealtad del que fuera su ministro ya que no publicó nada hasta muertos padre e hijo.
En fin, una pena que estos temas tan interesantes sean tratados de semejante forma, jugando al sensacionalismo, a soprender, a impactar, a polemizar y se pierda de vista el rigor, y de tanto simplismo se llegue a engañar a la gente, puesto que al final se invita a unas conclusiones falsas, que no han sido probadas y, peor, que tiene todos los indicios para ser falso.
Por cierto, el libro, que me molesté en leer, es tan superficial como el reportaje. Se centra en el documento y sólo en el documento. Lo vende de la misma manera. Y la verdad es que sabe venderse, las cosas como son.
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Verdad y razón nunca envejecen.