Si, la "profesionalidad" de médicos estéticos o cirujanos ayuda mucho. Hace años conocí a una enfermera de una clínica de estética madrileña, la preferida del famoseo patrio, en la calle Ibiza creo que es. Me comentó que la gente creía que se dedicaban a poner implantes a las chicas guapas para ganar Miss España y que lo suyo era omnia vanitas. Pero al parecer el 80% de las veces su jefe era más psicólogo que cirujano y que partía el alma ver a pacientes llorar por sus complejos, lo mismo hombres que mujeres, jóvenes o viejos, e incluso gente que cualquiera consideraría guapa de sobra. Al parecer este cirujano no era de los de todo por la pasta. Te decía lo que se podía hacer, lo que no, lo que más te beneficiaría y lo que no pensaba hacerte ni por todo el oro del mundo. Y a veces perdía clientes por eso, que seguramente irían a buscar otro que los operase pero él dormía mejor sabiendo que no era el autor del estropicio.
Yo no puedo ni imaginar la presión a la que Letizia o Mary están sometidas. Yo me levanto de una mala noche con unas ojeras de oso panda y lo más que me pueden decir es 'vaya pinta tienes hoy" Contesto con un bufido y se acabó. Pero a mi no me esperan 50 personas para darme la mano, cientos de fotógrafos con zoom y cámaras HD y bloggers a nivel mundial deseando despedazarme. Hay gente que nace con una autoestima a prueba de bomba y otros que necesitan refuerzos para sentirse seguros. Si las inyecciones permiten a la reina entrar en la sala de audiencias pisando fuerte, pues me alegro por ella. Ahora que con 70 años intente aparentar 50 por pura vanidad pues me parecería un poco ridículo. Y el caso es que hay gente que lo hace por presumir y tampoco me importa, la gente vanidosa existe y por eso la Iglesia lo tipificó como pecado, si no, no lo mencionarían. Allá ellos, lo que no es permisible es que el vanidoso se convierta en el
modelo a seguir. A quien deberíamos imitar es al que se levanta todos los días dispuesto a comerse el mundo, y si para eso necesita usar ácido hialurónico como arma de fuego, pues yo no pensaré que es un soldado débil por esa razón.
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.