CARMEN VILLAR MIR | ESTOCOLMO
Los suecos, conscientes de que a su futura Reina se le está pasando el arroz y de que su misión principal es dar un Heredero a la Corona, piden a gritos una boda o la renuncia al trono. Y es que a estas alturas de la relación, Carlos Gustavo de Suecia ha negado a Daniel Westling, novio no oficial de Victoria desde 2002, la entrada a palacio durante las pasadas fiestas. El joven no ha podido ni felicitar a su amada, ni darle los regalos de Navidad, ni tomarse con ella las uvas, ni siquiera tomarse juntos un simple té. Algo muy raro está pasando en el seno de la Familia Real.
No es un secreto que la Reina Silvia nunca aprobó, como su augusto esposo, la relación de su hija con este joven de clase media baja. Sin embargo, la Soberana, en un encuentro con la prensa el día de su cumpleaños, manifestó su deseo de tener nietos muy pronto. Además de admitir que le gustaría que Victoria y sus demás hijos se casaran con «la persona que aman». Lo que se tradujo al momento como que el ansiado enlace estaba cerca. Pero la sorpresa llegaría dos días más tarde cuando la oficina de protocolo comunicó que en el programa 2009 de Sus Majestades no aparecía boda real alguna.
Puestas así las cosas, y con la prensa especulando y asegurando que Victoria no puede tener hijos con Daniel, la pareja se ha aislado. La Heredera, aunque sigue cumpliendo con sus obligaciones, no se deja ver con su suspirante caballero. Su grupo de amigos ha ido desapareciendo al ritmo de la sonrisa de la Princesa, molesta por las constantes prohibiciones de los Reyes respecto a su noviazgo y las frecuentes riñas con sus hermanos, que no pueden casarse antes que ella. Y, mientras hay quien afirma que esta «desaparición» de la Princesa es un acto de rebeldía, los historiadores se frotan las manos al imaginar que si Victoria, como su antecesora la Reina Cristina, nunca se casa aunque siga manteniendo relaciones con su entrenador, romperá moldes al ceñirse la corona y convertirse en la primera soberana de la historia que, soltera, comparta lecho y vida oficial con el hombre de sus sueños.
|