Aunque yo tenga aquí mala fama para estas cosas, en realidad me llama más la atención la parafernalia de la muerte que la muerte en sí, me flipan los retratos postmortem tipo "Los Otros", los cementerios antiguos con mausoleos aristocráticos, los carruajes funerarios, ese tipo de cosas; algunas momias también me llaman la atención, pero si están bien conservadas, como las de las catacumbas de Palermo, que son alucinantes, o esta de Rada, con la ropa tó bien puestecica. También es cierto que resulta curioso ver los restos de un personaje histórico, aunque no estén conservados, cuando has leído sobre él y su momia ofrece datos que ayudan a completar la información sobre su vida y su muerte. También me gustan las pelis y las historias de vampiros en su vertiente más clásica, etc. Pero fuera de todo eso, a mí un cadáver así sin más, en plan fotoperiodismo, no me entusiasma nada, más bien todo lo contrario (no digamos ya si encima no está "bien"), ni las historias de crímenes truculentos (me pueden interesar por el misterio, pero no por la truculencia), ni las películas gore. Si mi bisabuela hubiera vivido hoy habría disfrutado muchísimo con todas estas cosas que hoy están al alcance de un clic, porque ella sí era mu rara y mu macabra y se hacía fotos dentro de las tumbas e iba al cementerio a ver a los muertos (literalmente), pero yo no, yo soy raro, pero no tanto
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"Buscad la Belleza, es la única protesta que
merece la pena en este asqueroso mundo"
(R. Trecet)
