Yo no lo veo como tú, Jane, y me explico.
Juan Carlos (a la Reina Sofía la voy a obviar porque al fin y al cabo no ha cambiado su comportamiento respecto a este tema) es el padre de Cristina, ya no es Jefe del Estado, no es el jefe de la Casa y por lo tanto no lleva el peso de la Institución. Precisamante por ello puede permitirse relacionarse de nuevo, además publicamente, con su hija. No tiene nada que perder, aparte que hay que entender que es padre, los monárquicos hay cosas que no olvidaremos ni perdonaremos jamás, pero él seguro que ve las cosas desde un plano más sentimental. Además, lo que él o lo que la Reina Sofía hagan en ese sentido, sintiéndolo mucho, no quiero que nadie se ofenda, ya no importa demasiado, al menos no en la medida que importaba antes de la abdicación, porque han pasado a un segundo plano y ya no tienen que rendir tantas cuentas como antaño. De hecho no hay nada más que ver los intentos de escándalo que ha publicitado la prensa ultimamante, como han pasado con más pena que gloria. Eso hubiese sido un bombazo con el Rey JC reinando, lo sabemos todos, ahora ya no y en cierto
modo hasta es favorable para ellos y para todos. Un poder menos que tiene en su haber cierta prensa.
Igualmente, me gustaría ver si el Rey Juan Carlos es capaz de viajar de vez en cuando a Ginebra o allí dónde se encuentren los Urdangarin y presentarse en los cumpleaños o celebraciones de toda la saga. Una cosa es lo que nosotros vemos en público y otra muy distinta, que él haya perdonado todo, todo, tanto hasta llegar al punto de meterse, por ejemplo, en la casa de su hija y de su yerno o dejarse ver con ellos como lo hace con la Infanta Elena y sus hijos. Ojo que hay una línea que el Rey JC jamás ha cruzado, se ha mantenido firme. Una cosa es saludar a alguien en público con un beso y otra mantener una relación entrañablemente familiar. No confundamos, que eso Juan Carlos, hasta ahora no lo ha mostrado. Ni siquiera asistió a la comunión de Irene, por decir algo. Y lo mismo puedo decir respecto a la relación cordial con la Reina Sofía. A ver si alguien piensa que eso supone que a partir de ahora se van a ir de vacaciones juntos con el primo Miguel y que vamos a ver al Rey Juan Carlos en Grecia de la mano de la Reina Sofía. O sea ojalá, qué alegría me darían por ser un par de locos que pasan de todo. Yo pasando de pedir divorcio, a exigir que renueven su votos matrimoniales, pero que no va a ser así. Una flor no hace mayo, en ninguno de los dos casos.
En cuanto al Rey Felipe y la relación con su hermana, no tiene tacha pues ha sido él quien la ha apartado de verdad del seno de la Institución, algo que si no llega a hacer, a ver dónde estarian todos ahora. No hay lugar a ver paripé por ninguna parte. Una cosa es la familia, las relaciones personales y privadas que cada uno tenga, los eventos familiares en los que se pueda coincidir y otra muy distinta el hecho de haber extirpado completamente a alguien, o algo, que le causaba perjuicio a la Institución. Aún así, recordemos que en un principo, la relación entre los hermanos, aunque fría y distante, no era inexistente, hasta que pasó lo que todos sabemos con la retirada del ducado de Palma. Es decir, aunque tenía motivos para estar enfadado, cabreado, molesto y se mantenía tajante, cedía en algunas cosas. Recuerdo que siendo ya Rey, Cristina vino con Irene a celebrar la comunión de Leonor e incluso un año antes, el día de la Proclamación, se dijo que su hermana estaba en Zarzuela para celebrar el acontecimiento en la intimidad con toda la familia. O sea, había cierta transigencia de Felipe hacia su hermana en el ámbito privado y quizás hubiese seguido siendo así si ella no hubiese sido tan boba y si no hubiese actuado de forma tan rastrera olvidándose incluso de quién era. A partir de la trola que quiso meter post retirada y como intentó inutilmente desautorizar a Felipe, todo terminó para ella respecto a su hermano. De hecho ahora que lo pienso, Cristina es otra a las que les va la posverdad, tiene bemoles la cosa.
En fin que no veo nada que perjudique a Felipe, es que ya ni lo que suelte por la boca el matrimonio díscolo, ni lo que hagan sus padres. El Rey Felipe cortó el hilo cuando le retiró el título a su hermana y encima luego tuvo que aguantar (y estoy segura que aumentó su cabreo a niveles estratosféricos) como en el transcurso del juicio, la defensa de este par se basó en echar merde sobre Zarzuela. No olvidemos jamás (debería esculpirse en alguna pared de palacio) que se defendieron de todas las preguntas de la Fiscalía y de sus propios abogados, diciendo que Zarzuela estaba al tanto de todo, incluso queriendo hacer pasar, torticeramente, como cómplices de sus chanchullos a empleados como el Secretario de la Reina Sofía, ¡a Cabrera! Es que para mi eso fue la puntilla final, y como monárquica todavía me parece más grave que los delitos cometidos. Que sí, que se trataba de la gestión del Rey Juan Carlos y ya le había costado la abdicación, pero leches, que eso no se hace. Que una Infanta no puede ni permitir, ni hacer eso, porque salió de su boca, ante 3 magistradas y frente a una foto de su hermano el Rey colgada en la pared, repito, no puede hacer eso contra su padre, (Felipe ya le importaba un bledo por entonces y viceversa), contra la Monarquía y contra la gente que trabaja en palacio. Que le subió la tensión a medio diario ABC, tanto como para saliese uno de los suyos a decir que si el Conde de Barcelona estuviese vivo, le hubiese soltado una bofetada a su nieta. Así estaba el patio, que yo no sé cómo no hemos salido todos traumados o como no nos hicimos republicanos con tal de conservar nuestra salud.
Que no, que Felipe por ahora ha dejado claro que al menos como Rey, ni olvida, ni perdona, ni se mueve un ápice de la determinación tomada. Sus padres podrán hacer lo que quieran, con la relación entre ellos y con Cristina, no veo que eso perjudique en nada, de hecho les favorece y me alegro por ellos, pero él... ni agua.