Lamballe escribió:
¡¡¡¡¿MARIA GABRIELA?!!! JODERJODERJODERJODERJODERJODERJODER
vamos, como esa pava empiece a largar por esa boquita, mas vale que nos vayamos haciendo a la idea de que vamos en barrena. Ya lo ultimo, lo que me faltaba por ver, alguien con una estirpe, con un pasado, perteneciente a la creme de la creme de la realeza, que vaya a un programa de ese tipo, es lo antepenultimo. Tiempos extraños los que nos ha tocado vivir
Tranquilo, Lamballe.
Peor sería que tras María Gabriela apareciese Olghina de Robillant. Y, por suerte, aunque apareciese Olghina, que es más comprometedora que María Gabriela, no va a hacer doblete en la tele con la señora griega que casi hizo que don Juan dejase tirada a doña María según Balansó. O sea que...no pasa nada, jajajaja.
Lamballe, yo no soy tan optimista como tú respecto al staff de Zarzuela. Tú dices que en Zarzuela no dan puntada sin hilo. Bien: yo te respondo que en Zarzuela no daban puntada sin hilo durante los tiempos del gran Sabino (vuelve, Sabino, que la monarquía te necesita) o en la etapa inmediatamente posterior, cuando, por mucho que se hubiese producido una renovación, seguían funcionando, a veces por la inercia de los años, las eficaces estructuras que él había montado. En Zarzuela llevan tiempo dando puntadas de cualquier manera, Lamballe. Y estas galeradas se les han pasado porque alguien no ha sido exhaustivo en su trabajo, porque han dado por hecho que, viniendo el libro de Pilar Urbano, no había que leerlo con cuidadito y tomando notas. Si el libro fuese de Pilar Eyre, qué se yo, para empezar nunca habrían cooperado y para acabar lo hubieran sometido a un análisis pormenorizado. Pero viniendo de Pilar Urbano, se fiaron demasiado. Ojearían algunos capítulos, no encontraron nada fuera de tono y dijeron: "vale, nos damos por enterados".
No entiendo porqué no lo revisó Letizia. Ella, que ha sido periodista y conoce el percal, hubiera percibido rápidamente los tremendos titulares que podría proporcionar la obra. Ojalá hubiesen pedido opinión a Letizia. De hecho, estoy segura de que Letizia jamás hubiese concedido una serie de quince entrevistas en la intimidad a Pilar Urbano. Letizia conoce muy bien, de primera mano, el paño. Sofía se dejó llevar por la euforia de una colaboración anterior que salió estupenda (aunque Balansó, tan tiquismiquis, encontró también cositas que no le gustaron ni pizca en aquella obra).