El problema es que Magdalena sigue siendo parte de la Familia Real, con privilegios, al igual que sus hijos. El caso de Carlos Felipe, aunque nos parezca un vago, y su Sofía con su fundación, es el más higiénico para la Corona.
Estuvo muy bien que Chris renunciase a sus posibles títulos o tratamientos, a los privilegios también, en vistas a que sus negocios interfirieran con un hipotético desempeño público. Ya sabemos cuánto se pueden llegar a atraer las esferas públicas y privadas en los negocios, bien está separarlas de raíz. Pero el tema es, y nada menor, que Chris es el marido de una princesa miembro de una Familia Real, un miembro activo de una monarquía, con unos hijos que forman parte de ésta. Lo que ocurra con Chris, va a afectar a Magdalena y a sus hijos, por supuesto en el terreno privado, pero mucho más en el papel institucional que tienen, y resulta que Magdalena es el brazo que une a Chris consigo misma y con la monarquía. Así que, ¿cómo se evita que los negocios y los problemas, de un hombre sin títulos, casado con una princesa en activo, no afecten a la Corona a la que ésta pertenece?
La respuesta la encontramos en nuestro propio historial: es imposible. Cuando vienen mal dadas, no se salva nadie del escrutinio, el escándalo y la desconfianza. Así que, encontrados en una situación como tal, uno tiene que elegir entre trabajar única y exclusivamente para la monarquía o trabajar en el sector privado. No se pueden compaginar ambas cosas, no se deberían compaginar, porque si no, se pueden encontrar con otro caso Noós, otro Andrew de Inglaterra, otra Sophie Wessex (que fue conminada por la Reina a dejar su empleo), otro Bernardo de Holanda, otro Laurent de Bélgica y tantos otros. Sí, todos ellos tenían títulos, Chris no, pero está casado nada menos con una princesa de Suecia y Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, que pronto se marchará a vivir a su país para que sus hijos se crien y eduquen como príncipes suecos.
O sea, que o uno (consorte incluído) retiene sus títulos y privilegios para dedicar su vida a la monarquía y a Suecia o abandona la Casa y vive de su trabajo, empleado donde quiera. No hay más. Negocios de parientes y miembros en ejercicio, deberían ser repelidos de una Casa Real, para los restos.
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