Las lágrimas de Victoria después de una visita a un campo de refugiados
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Es un espectáculo casi inimaginable. El agua fluye sobre los tendidos eléctricos retorcidas sobre nuestras cabezas, y están tan cerca que casi no se puede ver el cielo.
"Justo allí, hubo alguien que murió recientemente por una descarga eléctrica", dice una persona que señala la puerta de la calle.
Esta mañana en Beirut la princesa Victoria y el príncipe Daniel visitaron el campamento de refugiados de Burj Al-Barajneh. Nadie sabe cuántos palestinos viven en estas casas desiertas, pero pueden llegar a ser unos 40.000. Caminamos por los estrechos callejones, entre remolcadores y ciclomotores. Hay oficiales de seguridad locales en todas partes y la säpo (policia sueca) está rondando la zona.
La princesa es guiada por Claudio Cordone, de la Organización de Asistencia de UNRWA, cuando una mujer asustada se encamina cara a ellos.
"Ayúdeme, mi hija ha perdido a su esposo y no puede mantener a sus hijos"- dijo una y otra vez.
Después me encuentro con una Victoria emocionada.
No sé cómo se siente la princesa heredera, pero esta visita es de la que hace un nudo en el estomago.
- ¡Sí, se te forma un nudo en el estomago, de verdad! Por supuesto que hemos escuchado y leído mucho sobre este tipo de campamentos de refugiados, pero se vuelve tan grande cuando estás aquí. Es por eso que esta visita es tan importante. Comprendes la situación de estas personas y su sensación de desesperanza, cuando viven aquí por generaciones y no quieren más que darles un mejor futuro a sus hijos.
¿Su situación está muy estancada?
- Sí, lo está. Dicen que, geográficamente, estas áreas no han cambiado, no se han desarrollado, pero que la población ha crecido enormemente. Así que esto produce una gran tensión porque no es una forma de crecer. Pero la situación en la región y la situación respecto a su seguridad hacen de estos lugares una necesidad.
¿Puede la princesa todavía sentir una pequeña esperanza?
- Sí, pero... Espero que llegue a ser un poco grande de alguna manera. Pero hay puntos brillantes aquí. Especialmente las escuelas. Es tan importante que haya apoyo para las escuelas aquí, para que haya un lugar donde los niños puedan influir en su futuro, evolucionar y tener la oportunidad de apoyar a su familia a largo plazo.
Después todo el grupo nos trasladamos a visitar una escuela de niñas que está fuera de Al-Yarmuk. Las cuatro chicas en la escalera de repente comienzan a cantar Du gamla du fria (el himno de Suecia), a la princesa le empieza a temblar la barbilla, y seguir cantando el segundo verso ya no es posible. Se limpia las lágrimas de sus ojos, después de una mañana con tantas emociones fuertes.
